A las 10: 40 a. m., los doce funcionarios del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) llegaron a isla Calero, en el Caribe norte, para verificar si el Gobierno de Nicaragua cumplió con la orden de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de reparar los daños causados en la zona.
La llegada de los costarricenses se dio tras varias horas de caminata, luego de que ayer, autoridades de Nicaragua impidieran hacerlo a través del río San Juan.
"Los funcionarios se levantaron temprano en la estación biológica de Punta Castilla. Lograron el objetivo de llegar. Un grupo se quedó en la finca de Aragón para hacer valoraciones en esa zona. Otro grupo de ocho personas está valorando uno de los caños, el más grande, y luego se movilizarán al segundo caño", afirmó Ana Lorena Guevara, viceministra de Ambiente y quien está encargada de las operaciones de vigilancia en Calero.
Guevara dijo que el proceso para verificar y levantar un informe preliminar en el primer caño durará aproximadamente 45 minutos. Estas valoraciones pretenden verificar que Nicaragua haya cerrado completamente los canales.
Además, pretende definir metodologías para restaurar la zona y brindar los datos a la Convención sobre Humedales (conocida como Ramsar) para que dé recomendaciones.
Los costarricenses en la zona solo tienen comunicación vía radio. Por las condiciones lluviosas en el lugar, se esperaba que el equipo se devolviera después del mediodía a la estación biológica de Punta Castilla y regresara este jueves a isla Calero para continuar con la valoración, sin embargo, el clima mejoró y decidieron quedarse y continuar con la inspección.
El 21 de noviembre la CIJ ordenó a Nicaragua reparar los daños causados en la zona, que actualmente está en litigio ante la misma Corte, pues Costa Rica denunció una invasión a su territorio.
A pesar de que desde el 2011 la Corte había prohibido el ingreso al sector, en setiembre el Gobierno de Costa Rica reclamó ante la CIJ, con sede en La Haya, Holanda, que equipos nicaragüenses abrieron dos caños en isla Calero, a la altura del área llamada Los Portillos.