El último día de su visita en Brasil, el presidente Luis Guillermo Solís pidió a la Cancillería priorizar el acercamiento con esta nación porque quiere una "relación de nuevo cuño", diferente a la que han tenido sus antecesores.
"Estaré empeñado permanentemente, y así lo he instruido a la Cancillería, para que a partir de este viernes se inicie un proceso de acercamiento estratégico con Brasil, un país al que admiro, un pueblo al que quiero y un liderazgo que respeto", manifestó Solís.
El gobernante concluyó su gira de tres días en suelo brasileño con una reunión con el expresidente de ese país, Luiz Inácio Lula da Silva, a quien invitó a visitar Costa Rica durante el primer semestre del 2015, para que participe como orador en un encuentro con jóvenes.
Durante la cita también conversaron sobre la integración latinoamericana, las mujeres en la política, energías limpias y desarrollo social.
Sobre el último punto, Solís mostró interés en conocer las experiencias de Da Silva en el combate a la pobreza. También pidió intercambiar experiencias sobre tecnología y ambiente.
Esta sería la tercera vez que el exmandatario llegue al país. En agosto del 2011 brindó una conferencia patrocinada por la constructora brasileña OAS y sostuvo reuniones privadas y por separado con la entonces presidenta, Laura Chinchila, y su antecesor, Óscar Arias.
Además, siendo presidente de Brasil, realizó una visita en junio del 2009, como parte del recorrido que realizó por Centroamérica, motivado por la toma de poder de Mauricio Funes en El Salvador.
Las relaciones comerciales entre Costa Rica y Brasil son deficitarias. Datos de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) indican que en el 2013 se exportaron bienes por $33,5 millones, mientras que las importaciones ascendieron a los $377,8 millones, 11 veces más.
Los exportadores locales venden principalmente empaquetaduras de caucho, prótesis de uso médico, cajas de cartón y cables eléctricos; mientras que a los brasileños se les compra alambre de cobre, maíz amarillo, alcohol etílico, vehículos, medicamentos y textiles, según revelan datos del Banco Central (BCCR).
En el 2011, la expresidenta Chinchilla manifestó que le gustaría estrechar las relaciones con Brasil, pero argumentó que primero necesitaba estudiar cuál sería el impacto en la industria costarricense. En esa ocasión reconoció que esa nación practica "una política proteccionista”. La gestión nunca prosperó.