Mientras en Costa Rica el sueño era profundo, a las 3:30 a. m., la presidenta Laura Chinchilla tomó la palabra ante el foro de líderes de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Eran las 10:30 a. m. en París, Francia.
"Sin pretender ser emblema de nada, nos limitamos a decir, Costa Rica ha encontrado soluciones a algunos problemas que agobian a la humanidad", introdujo.
Se concentró particularmente en los esfuerzos por la conservación de la naturaleza y la fortaleza democrática.
Así, la mandataria se refirió al país como el más verde del mundo, con 26 parques nacionales que ocupan la quinta parte del territorio. "Costa Rica ha optado por hacer la paz y el amor con la naturaleza en vez de saquearla y agotarla", dijo.
Mencionó incluso como un gran logro la aprobación de la prohibición a la cacería.
Chinchilla presentó al país como una de las democracias más sólidas del mundo, pero no la democracia vaciada de contenido, sino fundamentada en consensos, libertades y educación.
"En Costa Rica la educación primaria y secundaria fueron declaradas gratuitas y obligatorias desde 1869. Con ello nos adelantamos en setenta y nueve años a la Declaración Universal de los Derechos Humanos", dijo.
Chinchilla junto al presidente de Túnez y la presidenta de Lituania dieron los discursos principales.