Un ataque frontal al informe emitido por el Departamento de Operaciones Aeronáuticas de Aviación Civil -que recomendó no instalar el relleno sanitario en Santa Ana- lanzaron ayer varios funcionarios gubernamentales, quienes consideraron que se basó en datos inactuales y disposiciones obsoletas.
La arremetida provino de parte de los ministros de Salud, Herman Weinstok, y de Ambiente y Energía, René Castro, en tanto que el de Obras Públicas y Transportes, Bernardo Arce, y el presidente José María Figueres prefrieron no emitir opinión, por ahora.
El informe, con fecha del 7 de marzo y firmado por Reinaldo Vargas González, jefe de aquel despacho, es tajante en decir que "por todos los fundamentos técnicos antes mencionados, este departamento recomienda no autorizar un proyecto de este categoría en la zona propuesta (Pozos de Santa Ana)".
Consideró que instalar un vertedero allí entrañaba un riesgo para la aviación comercial, dada la proximidad con los aeropuertos Tobías Bolaños (Pavas) y Juan Santamaría (Alajuela). Específicamente se refirió a la posibilidad de un accidente causado por aves de rapiña o por la reducción de la visibilidad, producto de humo provocado por quemas.
La reacción del Gobierno fue contundente. "El informe que da este señor (Vargas) está basado en un reglamento de 1944, cuando en Costa Rica había quemaderos de basura y no rellenos sanitarios. De allí que (...) nada tiene que ver con lo que es un relleno sanitario. Las cifras que da o los datos son completamente inactuales", manifestó Weinstok.
Agregó que una prueba de la obsolencia del documento es que este estipula 13 kilómetros como distancia mínima entre un relleno y un aeropuerto, cuando en México opera uno a 800 metros del aeródromo y procesa 8.000 toneladas diarias de desechos. "El Gobierno desautoriza completamente ese informe", sentenció el Ministro.
Reacción similar tuvo René Castro, quien catalogó de "cantinflescos" algunos criterios que han salido publicados en la prensa con respecto a la propuesta de instalar el relleno en Pozos de Santa Ana.
"Yo estuve siete años en Aviación Civil y conozco los departamentos y la gente que allí trabaja. Conozco la amistad del funcionario que emitió el informe con pilotos vecinos de la zona de Santa Ana", aseguró.
Un nuevo llamado
La controversia sobre la ubicación del vertedero ocurre mientras cada vez está más cercano el momento en que debe concretarse el cierre del relleno de Río Azul de La Unión, previsto para el 12 de mayo. Tanto los dirigentes de las comunidades aledañas como el Gobierno han negado la posibilidad de solicitar otra prórroga.
Entre tanto, la Municipalidad de Santa Ana solicitó ayer al presidente Figueres que no acepte la recomendación del Convenio Cooperativo Intermunicipal (COCIM) de instalar la obra en ese cantón.
"Estamos seguros de que usted no permitirá que se ponga en riesgo la seguridad de una sola vida humana. El pueblo de Costa Rica está cada día más convencido de que la solución integral al problema de la basura es la instalación de rellenos regionales", puntualizó Hidalberto González Jiménez, presidente municipal.
Colaboró en esta información José David Guevara, redactor de La Nación.
Frases de "relleno"
Estas son algunas de las expresiones de funcionarios gubernamentales y vecinos de Santa Ana en torno a la posible ubicación del relleno sanitario en ese cantón:
Herman Weinstok,
ministro de Salud:
"El informe que da este señor está basado en un reglamento de 1944, cuando en Costa Rica había quemaderos de basura y no rellenos sanitarios".
Bernardo Arce,
ministro de Obras Públicas y Transportes:
"No tengo los conocimientos técnicos para decir si es inconveniente o no la instalación de un relleno cerca de un aeropuerto".
René
Castro, ministro del Ambiente y Energía:
"He estado leyendo criterios cantinflescos que si fueran ciertos nos obligarían a cerrar el aeropuerto Daniel Oduber (en Liberia)".
Hidalberto González Jiménez,
ejecutivo municipal de Santa Ana:
"¿Cómo es posible que el Ministro del Ambiente y Energía, conociendo dichos criterios y las normas, manifieste públicamente que esta situación no representa ningún riesgo para la seguridad de los usuarios de los aeropuertos".
Fuente: Sondeo realizado por La Nación