Golfo de Papagayo, Guanacaste. El presidente de la República, José María Figueres Olsen, y el gobernador de Puerto Rico, Pedro Rosselló, cayeron bajo el embrujo natural del golfo de Papagayo, en Guanacaste, en donde se dedicaron a descansar durante todo el día de ayer.
Figueres y Rosselló, acompañados de sus esposas, Josette y Maga, respectivamente, se hospedaron en el hotel Malinche Real, luego de inaugurarlo al caer la tarde del sábado.
Alejados de las cámaras y micrófonos, desarrollaron actividades privadas a las cuales no tuvo acceso la prensa, por la orden de protocolo del Gobierno de Puerto Rico, según informó Carlos Gil, del despacho de la Presidencia.
El sábado, al mediodía, participaron en la apertura oficial del aeropuerto internacional de Liberia Daniel Oduber Quirós.
Total privacidad
Siguiendo la costumbre presidencial, ayer el desayuno se sirvió a tempranas horas de la mañana, como preámbulo para el recorrido de los gobernantes por el golfo de Papagayo.
En un yate a la disposición de los mandatarios, la comitiva oficial salió a las 11 a.m. de la playa del hotel Malinche Real, hacia playa Nacascolo.
El regreso al hotel se tenía programado para las 4:30 p.m., con el fin de preparar maletas y regresar a la terminal aérea de Liberia, donde, a las 7:30 p.m., los esperaba un avión con destino a San José.
Hoy reiniciarán las actividades oficiales con un desayuno en la fábrica Baxter, en la zona industrial de Cartago. A las 10 a.m. inaugurarán la Oficina Comercial de Puerto Rico en Costa Rica en el complejo Ofiplaza del Este. A la 1 de la tarde se le brindará una despedida al gobernador Pedro Rosselló en el Salón Diplomático del aeropuerto internacional Juan Santamaría.