Chinchilla cabildeó ante ‘club de países ricos’

Destacó fortalezas de Costa Rica para ser miembro y detalló trabajo hasta el 2015

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París. Luego de dos años de conversaciones y cálculos, correspondió a la propia presidenta de la República, Laura Chinchilla, hacer el cabildeo ante el Consejo de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), que integran los embajadores de los países miembros.

A la OCDE se le conoce también como el “club de los países ricos”, por tratarse de un grupo selecto de naciones creado en 1961.

Actualmente, lo integran 34 países, 24 de ellos europeos, como es el caso de Finlandia, Alemania y Francia, los cuales comparten ciertas normas de comportamiento, según lo describió la ministra de Comercio Exterior, Anabel González.

Chinchilla fue recibida en el chateau o palacio de la OCDE, ubicado sobre la calle André Pascal, en París, donde hubo que improvisar un cambio de sala debido a la gran cantidad de representantes, alrededor de 70 personas, que se dieron cita para conocer un poco más del nuevo amigo que se prepara para ser parte del club.

En un discurso en inglés de unos 20 minutos, la mandataria trató de resumir las fortalezas en materia de estabilidad política, democrática y conservación del ambiente.

También citó los desafíos autoimpuestos como parte de un plan de acción que involucra a 24 instituciones públicas, las cuales trabajan en temas que van desde la identificación de las trabas para mejorar la competitividad (infraestructura, tarifas eléctricas) hasta el cierre de la brecha digital.

Chinchilla también atendió preguntas de los representantes de Polonia, España, Alemania y Canadá, quienes dieron su respaldo a este intento tico de integración.

A revisión. La etapa de preingreso se prolongará hasta el 2015, tiempo en el cual Costa Rica se someterá a una serie de estudios sobre políticas públicas y revisiones. Para todas estas tareas, Comex reservó $1,5 millones de su presupuesto.

González, lo mismo que Rónald Saborío, embajador tico ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) y quien ahora tiene el recargo de las gestiones ante la OCDE, insistió en que esta, más que un club de países ricos, es un grupo de naciones con buenas prácticas.

Por eso, de cada una de las naciones existen radiografías exhaustivas sobre estrategias en salud, educación, planificación urbana, seguridad jurídica, de los cuales se puede aprender.

Saborío aclaró, sin embargo, que no se trata de armonizar o aplicar recetas, sino de buscar las mejores soluciones basados en la experiencia de otros.

Según González, ser parte de la OCDE es como tener un “sello de calidad”, lo que podría facilitar la colocación de bonos del Estado, atracción de inversiones o acceso a créditos en mejores condiciones.

Por estas características es que la presidenta Chinchilla cree que dejar a Costa Rica en las puertas de la OCDE podría convertirse en uno de los legados más importantes de su gobierno.

Según dijo la mandataria, al regreso entregará a los distintos partidos políticos y candidatos presidenciales información del proceso, con una invitación a continuar en la próxima administración.

“Si pusiéramos esto con un ejemplo de fútbol, los costarricenses se alegran cuando Costa Rica logra entrar al campeonato mundial; lo que vamos a hacer al ingresar a la OCDE es estar sentados a la mesa con las mejores naciones del mundo, con las que más han avanzado hacia el desarrollo”.

Por el momento, Costa Rica solo tiene un funcionario en París que atiende gestiones ante la OCDE, además del embajador Saborío, quien viaja desde Ginebra.

Según la jerarca del Comex, en el futuro se considerará reforzar el personal ante la Organización.