Una carga con un peso de 8 puntos porcentuales comenzará a caer de las espaldas de los importadores el próximo lunes. Los impuestos a la importación bajarán en el mismo instante que entren a regir los nuevos tributos aprobados antier por la Asamblea Legislativa.
El decreto que establece la reducción quedó listo desde el pasado jueves en la noche y será publicado en el diario oficial La Gaceta, el lunes 4 de setiembre, según confirmaron ayer el primer vicepresidente de la República, Rodrigo Oreamuno, y la ministra de Información, Florisabel Rodríguez.
Además, ese mismo día el Gobierno continuará las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional para firmar un acuerdo de estabilización económica. Así lo informó el presidente del Banco Central, Rodrigo Bolaños.
Ambas acciones son el resultado de la aprobación, en primer debate -el jueves a las 5:59 p.m.-, del proyecto de ley de ajuste tributario, que eleva el impuesto de las ventas del 10 al 15 por ciento, pues ahora el Poder Ejecutivo contará con nuevas fuentes de ingreso que permiten la baja de aranceles y la posibilidad de cumplir los compromisos pactados con el Fondo.
Por ello, antes de celebrar la aprobación de esta iniciativa, el presidente José María Figueres firmó, en la Casa Presidencial, el Decreto 24589-MEIC, sobre los aranceles. Esto lo hizo instantes después que la Asamblea Legislativa avaló el paquete tributario.
¿Cuánto bajan?
Según el decreto, los recargos sobre los bienes de capital y materias primas pagarán en lo sucesivo un arancel de 5 por ciento y los productos finales un 20 por ciento, con lo cual queda sin vigencia otra decisión ejecutiva, del pasado 29 de marzo, que elevó ambos a 13 y 28 por ciento, respectivamente.
En los considerandos del documento, el mandatario y el ministro de Economía, Industria y Comercio, Marco Vargas, argumentan que el aumento de los aranceles era una medida de carácter temporal condicionada a la aprobación de las iniciativas de ajuste y justicia tributaria.
Según el presidente de la Cámara de Industrias, Marco Vinicio Ruiz, la baja en los aranceles puede compensar el incremento del 10 al 15 por ciento del impuesto de ventas, "por lo cual, no habrá un impacto significativo en alzas de productos".
Respecto al convenio con el Fondo Monetario Internacional, Rodrigo Bolaños explicó que una parte de la misión que analizará la situación económica del país llegará hoy sábado, y la otra, que incluye a la jefa del grupo, Ana María Jul, arribará mañana.
Agenda del FMI
El grupo, que estará en nuestro país hasta mediados de setiembre, se reunirá el lunes con el presidente del Banco Central y el ministro de Hacienda, Fernando Herrero. Este mismo día iniciarán los encuentros de grupos técnicos para evaluar los resultados económicos de los primeros meses y las proyecciones para 1995 y 1996.
Bolaños espera que, a finales de noviembre, el informe que elabore esta misión llegue a las manos del directorio del Fondo.
Este pacto no solo significa para el país la posibilidad de obtener recursos de la entidad, sino también que es una de las principales llaves para empezar el desembolso de $270 millones de los tres préstamos del Programa de Ajuste Estructural pendientes con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los cuales vencen en noviembre.
El jerarca del Central explicó que sería tarea del BID decidir si acepta iniciar los desembolsos, aunque el convenio no llegue a finiquitarse en ese mes.
A la par de estas medidas, el Gobierno prentende también reducir la venta de títulos en el mercado para que, de ese modo, se inicie la reducción de las tasas de interés a partir del otro año.
El Ejecutivo espera además que los intereses bajen a 20 por ciento el próximo año; sin embargo, tanto el economista Thelmo Vargas, exministro de Hacienda, como el director de la Escuela de Economía de la Univesidad Nacional, Fernando Rodríguez, consideran que esa meta es demasiado ambiciosa.
Ambos agregaron que la aprobación de las reformas financieras ayudará también a bajar la presión sobre los rendimientos.
En otra actividad del día, el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) -que sostuvo una encerrona ayer- exigió al Gobierno la aprobación de este proyecto y el de garantías económicas.
Colaboraron en esta información los redactores Marvin Barquero, Wílliam Méndez y Pablo Bulgarelli.
¿Buenos o malos?
Según se mire la aprobación del nuevo paquete tributario, significa un alivio o una amenaza para los costarricenes. A continuación se esbozan las ventajas que ha señalado el Gobierno y las desventajas que han argumentado la oposición, los partidos minoritarios y la Cámara de Agricultura sobre esta iniciativa:
Ventajas
También el tributo del 1 por ciento afecta a las empresas turísticas, lo que puede significar un obstáculo para el crecimiento de este sector, una de las principales fuentes de divisas del país.Ahora hay esperanzas de reducciones en las tasas de interés.
Se mantendrán los programas de inversión (el Gobierno había anunciado posibles recortes en estos planes si no se aprobaban los tributos).
Es posible hacer el incremento salarial del segundo semestre para los empleados del sector público (pues los nuevos tributos generan ingresos para hacer frente a este gasto).
Es posible continuar las negociaciones para la firma de un convenio con el Fondo Monetario. Este acuerdo significa no solo recursos para el país, sino que también es una de las llaves más importantes para iniciar los desembolsos de tres préstamos por $270 millones pendientes con el Banco Interamericano de Desarrollo. Estos recursos son importantes si se consideran que las reservas en dólares del país andan por $127 millones, unos $153 millones menos de lo que había el año pasado.
Desventajas
Los precios de muchos bienes y servicios es de esperar que suban por el incremento del impuesto de ventas. Aunque se excluyen del tributo el arroz, los frijoles y otros productos básicos, otros bienes, como electrodomésticos, materiales de construcción, muchos comestibles, ropa y también los servicios, aparentemente tendrán aumentos.
En la medida en que el Gobierno reduzca los tributos sobre los bienes que ingresan al país, tal como lo prometió, los precios pueden volver a descender.
Se grava a todas las empresas con el impuesto del 1 por ciento sobre el valor de sus activos fijos (edificios, equipos, maquinaria, entre otros) siempre que éstos superen los ¢30 millones.
Esto significa un golpe fuerte para las compañías agropecuarias pues son firmas que generalmente en su trabajo utilizan gran cantidad de maquinaria.