En cinco años, el país logró reducir en 12.000 el número de niños y adolescentes entre los 5 y 17 años que trabajan, dio a conocer un estudio del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Al cierre del año pasado, el número de ocupados era de 30.000, mientras en el 2011 –la penúltima vez que se evaluó a esa población–, se contabilizaron 42.000 , y en el 2001, la cifra era de 113.000.
La mayoría que hoy debe trabajar (56%; es decir, unos 17.000) está en la Región Central del país y el 44% (unos 13.000) en las regiones Brunca, Huetar Norte, Huetar Caribe, Pacífico Central y Chorotega.
"Con relación a las actividades en las que trabajan, se aprecia que el sector agropecuario es una de las principales actividades (33,2 %); el sector comercio absorbe al 26,7 % de esta población ocupada, y el resto de ramas de actividad al 40,1 %", informó el INEC.
Las cifras se desprenden de la Encuesta Nacional de Hogares del 2016, la cual determinó que el 20% de la población total de Costa Rica está entre 5 y 17 años. De ese grupo, labora un 3,1%, 1,2 puntos porcentuales menos que el 4,3% que lo hacía en el 2011. El INEC identificó que hay más hombres que mujeres laborando y señaló que esa brecha tiende a aumentar.
Un plan
Desde el 4 de mayo del 2015, el gobierno de Luis Guillermo Solís presentó un plan para erradicar el trabajo infantil en cinco años. Este plan se basa en una política elaborada en el 2010, durante el mandato de Laura Chinchilla.
La meta es que, al igual que se lo propusieron varios países latinoamericanos, en el 2020 no haya menores trabajando.
"En este caso, la hoja de ruta es clara: acabar con el trabajo infantil. Los niños y las niñas deben estudiar, jugar y recibir amor de sus familias; nada más que eso y cualquier tipo de trabajo infantil es inaceptable desde cualquier punto de vista", dijo ese 4 de mayo del 2015 la vicepresidenta de la República, Ana Helena Chacón.