Accionista defiende gestión de Astur

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El español Manuel Cebada, accionista de la compañía de seguridad Astur, negó ayer desde España en una entrevista telefónica con La Nación, las vinculaciones de su representada con un supuesto espionaje telefónico a políticos o empresarios.

Cebada aseguró que la firma se dedica a prestar seguridad privada a empresas e instituciones. Explicó que uno de sus servicios es el "barrido telefónico" o detección de intervenciones y micrófonos en instalaciones telefónicas, pero nunca el espionaje.

Cebada, quien representa el 22 por ciento de las acciones de Astur a nombre de la sociedad española ININCO S.A, indicó que la empresa fue constituida en Costa Rica por los españoles José Ramón Romaní, quien tiene una experiencia de 25 años como guardia civil en España, y Luis Herrero Soriano, inversionista en nuestro país desde 1992.

Cebada explicó que ININCO adquirió parte de las acciones de Romaní en Astur. Insistió en que no conoce los pormenores de los contactos efectuados por el exguardia en Costa Rica pues "la parte operativa no le correspondía".

Sin embargo, admitió que Romaní le comunicó sobre varias visitas a importantes figuras de Gobierno, incluyendo al entonces ministro de la presidencia Elías Soley, así como al director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Manuel Alvarado, que se hicieron con el fin de buscar orientación en materia de la legislación sobre seguridad privada.

Cebada dijo no estar enterado sobre la forma en que Romaní introdujo al país el equipo especial para detectar interferencias telefónicas y negó enfáticamente que se tratara de aparatos para efetuar las intervenciones.

"No puedo hablar por lo que hizo otra persona, pero si tenían algún micrófono habrá sido para hacer las demostraciones", comentó.

Es una injusticia

Como una "barbaridad" y "una tremenda injusticia" calificó Cebada las aseveraciones y nexos de los que ha sido objeto Astur en la última semana.

"No es posible que exista ningún delito si luego de allanar la casa e interrogar a empleados inocentes no se han levantado cargos ni se ha detenido a nadie. ¿Cómo se explica eso?", manifestó el empresario.

Según Cebada, el escándalo que se ha hecho alrededor de la gestión de Astur es un montaje para atacar al Presidente o al Gobierno costarricense, pero "nada tiene que ver con una pequeña empresa que, con mucho trabajo, está tratando de salir adelante".

El empresario hispano también negó la veracidad de comunicaciones internas, supuestamente dirigidas a él, que han sido publicadas por algunos medios de comunicación.

"Yo nunca recibí muchas de las cartas que aseguran que Romaní me dirigía, informándome sobre las acciones en Costa Rica. Ya le solicité que aclare eso lo más pronto posible", manifestó.