El Fiscal General de la República confirmó el inicio de una "exhaustiva investigación" contra doce exdiplomáticos nacionales que, supuestamente, tienen deudas pendientes en el extranjero, al tiempo que los aludidos rechazaron los cargos que se les imputan.
Según confirmó ayer el jefe del Ministerio Público, Carlos Arias, el proceso investigativo está recién iniciado, puesto que la denuncia ingresó a su despacho el lunes 4 de diciembre a las 4:30 p.m. Arias respondió por escrito un cuestionario enviado por La Nación.
Detalló que el caso se encuentra en estudio con el fin de determinar la competencia de la Fiscalía a la hora de valorar hechos sucedidos en el exterior del país. Sin embargo, aseguró que están avocados al análisis de "tan delicado caso", para realizar la investigación. Arias prefirió no ahondar en los detalles de cada caso ni en los posibles cargos que podrían imputárseles.
También ayer, el canciller Fernando Naranjo no descartó que próximamente su cartera pueda enviar al Ministerio Público otro caso similar. Reveló, además, que su despacho realiza una revisión minuciosa para determinar si procede realizar más recortes de diplomáticos con nombramiento honorario y de funcionarios remunerados.
Por su parte, Carlos Darío Angulo, Carlos Eduardo Zúñiga, Arnoldo Amrhein Pinto y Johnny Meoño Segura, cuatro de los exdiplomáticos denunciados ante el Ministerio Público, refutaron las acusaciones que se presentaron en su contra y ofrecieron pruebas para demostrar su inocencia.
Cuentas claras...
A Carlos Darío Angulo, exembajador en Suiza, se le atribuye el mantener una deuda de $17.155,60 (¢3.320.295) con Michelle Dugniolle, cónsul en Ginebra, quien pagó varias cuentas dejadas por Angulo.
Ayer Angulo aceptó que mantenía esa deuda, pero señaló que tanto la Cancillería, como Dugniolle, tienen conocimiento de su disposición por cancelar las obligaciones que correspondan a su gestión. Además, enfatizó en que no dejó en Suiza ninguna deuda personal sin honrar.
Por otra parte, Carlos Eduardo Zúñiga, exministro consejero en Brasil, aclaró que los $1.089 (¢210.765) corresponden a una cuenta telefónica que pertenece a la misión diplomática tica en Brasilia, la cual él utilizó hasta el 30 de marzo de 1994. "Ese cobro es posterior a la fecha en que yo dejé mi cargo. Los nuevos funcionarios debieron comunicarle a la empresa telefónica, Telebrasilia, que la línea debía ser trasladada, pero no lo hicieron y quien alquiló la casa en la que yo vivía realizó ese gasto", dijo Zúñiga.
También Arnoldo Amrhein Pinto, exembajador en Alemania, sostuvo que la deuda que se le atribuye fue cancelada desde el 28 de abril de 1995. Así lo hizo constar el actual embajador en esa nación, Ekhart Peters, en nota enviada ayer a la Cancillería, y a la cual tuvo acceso La Nación.
Finalmente, el exrepresentante en Italia Johnny Meoño aclaró que a él se le atribuye una deuda inexistente pues se trata de unas piezas de piel que un empresario entregó en consignación a la Embajada, pero que nunca retiró. Afirmó que él hizo las gestiones para devolverlas, pero que hasta el momento el empresario no se ha comunicado para tal fin, "y de eso tiene conocimiento la Cancillería".