Fallece monseñor Antonio Troyo Calderón, fundador de Radio Fides

Quien fuera obispo auxiliar de monseñor Román Arrieta Villalobos (q.d.D.g) murió a los 92 años

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

San José (Redacción). Monseñor Antonio Troyo Calderón, fundador de Radio Fides, falleció la noche de este martes a sus 92 años, detalló dicha emisora en su cuenta oficial de Facebook.

Troyo fue obispo auxiliar de monseñor Román Arrieta Villalobos (q.d.D.g).

La emisora indicó que el funeral será mañana jueves a las 10 a. m. en el Templo Votivo al Sagrado Corazón de Jesús, en Barrio González Lahmann, en San José. Su cuerpo reposará en presbiterio de ese mismo templo.

Guido Villalta, actual vicario episcopal de la Curia Metropolitana, manifestó que el obispo emérito padecía de alzhéimer (enfermedad mental progresiva).

Troyo fue ordenado de presbítero el 30 de noviembre de 1947 por monseñor Víctor Manuel Sanabria Martínez, en la Basílica de Los Ángeles.

De acuerdo con datos de la página en Internet de la emisora, Radio Fides (93.1 FM) se fundó en 1952, por orden del entonces arzobispo de San José, monseñor Sanabria, quien contó con la ayuda de Troyo.

Troyo realizó su ministerio presbiteral en la Arquidiócesis de San José, donde promovió la comunicación social católica, la catequesis y la educación religiosa. También organizó el Tribunal Eclesiástico.

Fue elegido obispo titular de Burca y Auxiliar de San José, el 27 de agosto de 1979 por el entonces papa, Juan Pablo II y recibió la ordenación episcopal el 21 de setiembre de 1979. Fue aceptada su renuncia como Obispo Auxiliar y Vicario General de la Arquidiócesis de San José, el 13 de julio del año 2002, indica la página en Internet de la Aquidiócesis de San José.

Como integrante de la Conferencia Episcopal ejerció diversas funciones, entre ellas, la de secretario. También ocupó cargos en el Secretariado Episcopal de América Central (Sedac) y en Consejo del Episcopado Latinoamericano (Celam). Durante sus años de servicio, participó en los Sínodos Episcopales en Roma.

Además fue obispo delegado y responsable en las comisiones de Catequesis, Educación y Pastoral Educativa.

Ocupó el cargo de presidente de la Comisión General del V Sínodo Arquidiocesano y destacó como vicario general. El 29 de noviembre de 1997 Troyo celebró sus 50 años de vida sacerdotal.

El 18 de diciembre de 1998, durante la celebración de las bodas de oro de Román Arrieta Villalobos (q.d.D.g)., Troyo definió a Arrieta como el padre y amigo que se preocupa de los suyos y los conduce por buenos caminos.

En junio de ese mismo año, en la celebración de una misa en honor a Juan Pablo II, en la Catedral Metropolitana, monseñor Troyo hizo un llamado para “emprender una cruzada arrolladora de regeneración moral en la familia”.

“¡Agarrémonos de Cristo!”, exclamó Troyo como parte del sermón de 15 minutos que pronunció esa noche.

Oriundo de Cartago. Nació un 18 de octubre, en Cartago, donde pasó gran parte de su infancia. Tuvo una infancia normal, en la que acostumbraba jugar futbol y era monaguillo.

A los 8 años, su padre Antonio Troyo Gómez falleció. Eso hizo que ciertas responsabilidades recayeran sobre sus hombros. Su madre, doña Rosa Calderón era costurera de oficio, y el pequeño Antonio le ayudaba a coser pantalones, pegar botones y aplanchar.

Durante su época escolar estuvo en el primer ciclo de la Escuela Ascención Esquivel y terminó el segundo ciclo en la Escuela Jesús Jiménez, en Cartago.

La difícil situación económica en que vivía su familia, le impidió viajar a España para prepararse en la casa de formación de los Capuchinos, en 1937.

A pesar de ello, cuando cumplió los 18 años, ingresó al Seminario Mayor, en ese entonces ubicado donde está el actual Banco Popular, en San José. Su gusto por el deporte no terminó con la llegada al Seminario Mayor.

Sin embargo, su velocidad para correr aminoró con el peso de la sotana. Los años transcurrieron y el 29 de noviembre de 1947 se ordenó como sacerdote. Dos años despúes Monseñor Román Arrieta le encargó la catequesis en las parroquias y el área de las comunicaciones sociales.

Nota actualizada a las 9 a.m. del 2 de diciembre con detalle de las honras fúnebres.