A dos meses de la elección del candidato presidencial del PAC, el exministro de Economía y precandidato, Welmer Ramos, consiguió la noche de este miércoles el apoyo de cinco diputados oficialistas y un exlegislador.
De cara a la convención interna del domingo 9 de julio, se sumaron a su campaña política el expresidente legislativo Henry Mora (2014-2015), la exjefa de la fracción oficialista Laura Garro (2016-2017) y los también congresistas Marvin Atencio, Nidia Jiménez y Marlene Madrigal.
Con ellos, también se adhirió el exparlamentario herediano Claudio Monge.
El Partido Acción Ciudadana (PAC) quedó solo con dos precandidatos en este proceso: Ramos, quien renunció al Ministerio de Economía en febrero y Carlos Alvaro, quien era ministro de Trabajo y dimitió en enero para meterse de lleno en la precandidatura.
La campaña electoral interna se iniciará oficialmente el 6 de junio y concluirá el jueves 6 de julio, en una elección con padrón abierto en la cual el único requisito para votar será dar la afiliación al partido, como ocurrió en la convención del Partido Liberación Nacional.
Alvarado, de 37 años, es periodista y máster en Ciencias Políticas. Ramos, de 56 años, es economista.
A criterio de Henry Mora, a pesar de que los dos precandidatos cumplen con los requisitos de pensamiento y acción para representar al PAC, Ramos es quien para él tiene las mejores herramientas para llevar a desarrollar una serie de ideas que planteó.
Sin embargo, la razón de fondo que inclinó al exjerarca del Congreso por el exministro de Economía fue que, a criterio del legislador, Ramos "sí puede unir al PAC" luego del proceso interno de la elección del candidato que irá a las elecciones del 4 de febrero del 2018.
"Welmer sabe que para aterrizar las ideas, estas deben tener tren de aterrizaje", apuntó por su parte el exdiputado Claudio Monge.
Según la legisladora Laura Garro, el Gobierno ha sido bueno y "eso los costarricenses conscientes lo reconocen". Añadió que la mejor opción que ve en el PAC para continuar otros cuatro años más en el Gobierno es la de Welmer Ramos.
Con la adhesión de estos cinco legisladores, el exministro de Economía iguala a Carlos Alvarado, que llevó a sus tiendas a igual número de congresistas de ese partido: Marco Vinicio Redondo, Javier Cambronero (actual jefe de la bancada), Franklin Corella, Emilia Molina y Marcela Guerrero.
Entre los cinco que tiene Alvarado y los otros cinco que este miércoles reunió Ramos, quedan tres diputados sin ninguna filiación a una tendencia: Ottón Solís, el fundador del partido; Epsy Campbell y Víctor Hugo Morales Zapata.
Aunque Henry Mora y Laura Garro han desempeñado funciones importantes en el actual gobierno del PAC, también han sido cuestionados por propios y extraños.
El primero, cuando fue jerarca del Congreso, recibió cuestionamientos por varios de los puntos incluidos en el pacto con el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) que lo llevaron a la cabeza del Poder Legislativo, como la negociación de plazas para asesores y de uso de recursos públicos.
En cuanto a Garro, estuvo en el ojo de la polémica en las etapas finales del juicio contra varios dirigentes del PAC por cobros ilegales de la contribución políticia estatal a los partidos del 2010, pues a criterio del Ministerio Público ella cambió su declaración entre la etapa de investigación y el juicio, por lo que se le acusó por presunto falso testimonio.
Ante la unión de los cinco parlamentarios, Ramos destacó las habilidades y luchas que han dado cada uno en particular por ciertos sectores y asuntos en el Congreso.
A Marlene Madrigal le resaltó su labor por los pequeños productores agropecuarios. A Marvin Atencio su defensa de la institucionalidad pública y de la salud. A Mora sus posiciones sobre la reforma tributaria promovida por Luis Guillermo Solís. A Nidia Jiménez sus gestiones en favor de la construcción de la carretera a San Carlos y a Laura Garro su conexión con los trabajadores del mar porteños y la defensa de la construcción del nuevo hospital puntarenense.
A criterio de Ramos, es urgente y necesario que el PAC continúe en el Gobierno; sin embargo, prometió aprender de los errores que se han dado durante la gestión de Luis Guillermo Solís.
"Seguiremos con todo lo bueno de esta administración y, conociendo los errores, vamos a hacerlo mejor", comentó el exministro de Economía.
En particular, habló de la lucha contra la pobreza y la desigualdad social, pero también del apoyo a la producción de las grandes y pequeñas empresas.
Corregir los errores, mantener lo bueno
Consultado por La Nación sobre lo que considera como errores de la actual administración, Ramos aseguró que uno de los puntos que se deben corregir tiene que ver con la designación del gabinete.
"Pedimos algunos refuerzos que, ideológicamente, no son del PAC. Ha habido conflictos entre ministros como el de Agricultura, el de Economía y el de Comercio Exterior. También, sobre las visiones de esa cartera sobre la Alianza Pacífico y las medidas de defensa de la producción", explicó.
Añadió que su partido debería constituir un gobierno ideológicamente más coherente, porque asegura que el PAC es una agrupación de centro, pero hay gente que sigue pensando en la apertura comercial, que ideológicamente está muy a la derecha.
"Pero eso no está mal, porque este ha sido un gobierno de transición", comentó.
Además, el precandidato considera que se deben cambiar muchos de los mandos medios de las diferentes instituciones del Gobierno. "Nos atamos las manos al poner el decreto para congelar plazas, debíamos hacer un cambio más profundo", indicó.
Aparte de responder que la coordinación entre el Poder Ejecutivo y la Asamblea Legislativa no fue la mejor desde el principio, Welmer Ramos aceptó que el primer caso de sobrepago de incentivos salariales a una viceministra (el caso de Carmen Muñoz, en Gobernación) fue un error, pero que los demás se debieron corregir de inmediato.
"Todos estábamos informados de lo que estaba pasando", dijo.
En cuanto a lo positivo que quiere mantener en una eventual administración suya enumeró varias acciones del actual gobierno:
-Desentrabamiento de la tramitomanía para las empresas.
-Apoyo decidido a las pequeñas y medianas empresas y a la Banca para el Desarrollo.
-Mantener la política de eficiencia del Sistema Bancario para bajar las tasas de interés para todas las actividades productivas.
-Seguir con políticas de estabilidad de los precios: "Se logró después de 34 años de inflaciones altas", dice Ramos.
-Continuar con la atracción de inversión extranjera directa, donde se están logrando récords, según él.
-La política de atracción de turismo ha sido sumamente exitosa, según él.
-El manejo de los programas de ayuda social.
-La defensa comercial del empleo y las actividades productivas, cuando hay oscilación de precios internacionales y dumping (o comercio desleal).