‘Una buena empresa es una ayuda para toda comunidad’

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Irene Rodríguez S.

Su sueño de ser administrador de empresas comenzó a gestarse muy lejos de la que será su casa de estudios a partir de marzo.

Entre su casa en San Isidro de Turrubares y la Universidad de Costa Rica, en San Pedro de Montes de Oca, hay más de tres horas de camino y una diferencia sociocultural muy grande.

Pero eso poco le importa a Sebastián Jiménez, segundo mejor promedio de las pruebas de bachillerato en el ámbito nacional. Él ya está acostumbrado a los retos y esto lo motiva aún más.

“Cuando me dieron la noticia, no me imaginé que fuera yo porque mucha gente tenía más facilidades para estudiar y yo era de un liceo rural. Pero esto es algo que me da más motivación”, señaló.

Por eso no le incomoda cambiar el aire fresco de las montañas, el cielo despejado, los caminos de lastre y la convivencia de un pueblo donde todos se saludan, por el ruido de una ciudad congestionada, donde el ambiente es más frío y los libros consumirán la mayor parte de su tiempo.

“Lo más difícil es que voy a enfrentarme a un cambio muy grande. Voy a estar lejos de la familia. No sabés con quién vas a tratar. Es un ambiente más frío y más individualista. Uno tiene que aprender a discernir entre lo bueno y lo malo”, detalló el joven.

Pero agregó: “Yo sé que será difícil al inicio, pero hay que hacer sacrificios para lograr las metas que uno se propone”.

Empeño. Desde la sala de su casa, donde pasaba gran parte de su tiempo de estudio, este joven contó que en la Universidad piensa mantener ese espíritu de lucha y motivación que lo llevó a obtener 98,45 puntos en bachillerato.

“No sirvo para trasnochar; prefiero estudiar solo y poner empeño desde el principio, no solo para los exámenes”, aseguró.

Este joven sabe que tendrá que poner de su parte para hacer trabajos en grupo. “También eso es algo bueno. Por más que yo prefiera estudiar solo, en cada trabajo en grupo hay miembros que pueden aportar y enseñarle a uno”.

La automotivación, esa herramienta que lo mantuvo en pie ante sus metas académicas durante el colegio, también le dará fuerzas durante esta nueva etapa.

“Esforzándome, puedo conseguir lo que quiero; no quedarme con lo que me piden e ir más allá. El estudio es mi oportunidad de movilidad social y de tener más. No me quejo de no tener dinero, pero quiero una mejor calidad de vida y ayudar a mis padres, que han hecho tanto por mí”, aseveró.

Esa movilidad social de la que Sebastián habla también la quiere para su comunidad. Por eso cambió su decisión de estudiar Economía y se irá hacia Dirección de Empresas para fundar una compañía que le dé oportunidades a su comunidad.

“Una buena empresa le hace mucho bien a una comunidad y pone a mucha gente a surgir”, dijo.

Más allá del estudio. La vida de Sebastián no solo transcurre entre libros. Este muchacho, quien nació y pasó sus primeros 10 años de vida en Turrúcares, Alajuela, es amante de comer, especialmente pastas, y de ver televisión con su familia.

Comparte el tiempo con sus amigos y dentro de sus sueños también está el formar una familia.

“Me veo sacando la carrera y luego conocer a alguien y tener una familia, pero tiempo al tiempo. Para eso falta todavía”.