UCR divulga protocolo en caso de tiroteo en sus instalaciones

Son actos imprevisibles, donde los atacantes escogen a sus víctimas al azar y actúan de forma muy rápida, señala el protocolo que la Universidad publicó en su sitio web

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La Universidad de Costa Rica (UCR) publicó en su sitio web un protocolo destinado a instruir a sus estudiantes, docentes y personal administrativo sobre cómo actuar en caso de un evento con un atacante activo o tiroteo en las instalaciones universitarias.

Según el documento, la intención es proporcionar las principales medidas de autoprotección, según información recopilada a nivel nacional e internacional.

Los atacantes activos son “individuos o grupos que llevan a cabo acciones violentas y mortales en espacios públicos o privados. Por lo general, están armados y pueden actuar solos o en grupo”, señala la guía.

Se trata de eventos imprevisibles con un desarrollo muy rápido. Por lo general, los atacantes escogen a sus víctimas al azar, añade el protocolo.

En la mayoría de los casos es necesaria la intervención policial, sus diferentes grupos de negociadores y la intervención táctica.

El protocolo, además, resalta la importancia de que estudiantes y funcionarios conozcan los alrededores del edificio o facultad donde reciban o impartan clases. Asimismo, que sepan la ubicación de las salidas de emergencia.

La información fue presentada a direcciones y jefaturas administrativas de todas las sedes y recintos de la UCR el 1.° de marzo, es decir a menos de dos semanas del inicio de clases. El curso lectivo 2024 en esa casa de enseñanza comenzó este lunes 11 de marzo.

Este centro recibe en todas sus sedes poco más de 49.000 estudiantes, de ellos 10.000 de nuevo ingreso.

Roberto Guillén, vicerrector de Administración, recordó que las distintas sedes de la “U” son ciudades que se caracterizan por ser abiertas a todo público y, debido a la creciente violencia social que enfrenta Costa Rica, decidieron crear ese protocolo para fortalecer la seguridad.

El funcionario recalcó que las instituciones educativas en general albergan a una gran cantidad de personas lo que significa que, si se materializa un riesgo, puede afectar a una población diversa además de los servicios que brinda la institución a la sociedad, por eso se considera importante promover medidas preventivas.

Primera recomendación: Correr

  • Identifique una ruta de escape contraria al evento.
  • Deje sus pertenencias (la prioridad es su vida).
  • Alerte a las personas en su camino sin que esto lo retrase.
  • Ayude a otros a escapar, si es posible.
  • No movilice personas heridas.
  • Si no puede correr, escóndase.
  • Evite que otros ingresen donde pueda estar el atacante.

Segunda recomendación: Esconderse

  • Escóndase en un lugar fuera de la vista del atacante activo (aulas, oficinas, etc.).
  • Cierre las puertas con llave, utilice objetos, muebles o escritorios, para bloquear el acceso.
  • Apague las luces y colóquese en el piso para que no pueda ser visto desde fuera.
  • Manténgase fuera de la vista, lejos de puertas y ventanas, no intente tomar fotos o videos.
  • Silencie el teléfono celular (no lo deje en modo vibración) y guarde silencio.

Tercera recomendación: Defenderse

  • Como última opción, defiéndase y enfrente al agresor. solo si su vida está en peligro inminente.
  • Trate de incapacitar al atacante.
  • Actúe de forma muy agresiva.
  • Improvise armas o arroje objetos contundentes al atacante.

Ola de violencia

La divulgación del protocolo se da en momentos en que el país enfrenta una ola de violencia que dejó en el 2023 más de 900 homicidios, una cifra récord.

De acuerdo con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el 2024 podría ser tan complejo o incluso más difícil que el año pasado.

Los datos revelan que febrero del 2024 concluyó con 88 homicidios, marcando la cifra más elevada para ese mes desde que se tienen registros. En el transcurso del primer bimestre de este año, se contabilizaron un total de 157 crímenes de esta índole, lo cual representa un aumento de 10 casos en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Entre las manifestaciones de esta ola de violencia que más ha inquietado a las autoridades y a la ciudadanía son las balaceras cerca de escuelas.

El 11 de abril del año anterior, a unos 50 metros de la Escuela Los Filtros, en Alajuelita, asesinaron de varios disparos a un joven de 16 años. Desde las aulas, se pudo observar el crimen.

Luego, en setiembre, otro mortal ataque ocurrió frente a la Escuela Rescate de Ujarrás, en Cartago, donde un hombre fue asesinado en las afueras del centro educativo y al menos uno de los disparos fue a dar a las paredes de la institución.

Este año, ya se registraron dos tiroteos muy cerca de centros de estudio. El primero sucedió el 19 de febrero frente a la Escuela Silvestre Grant, en El Cairo de Siquirres, Limón. Ahí un hombre perdió la vida y otras cinco personas resultaron heridas: tres menores de edad y dos madres de estudiantes.

El segundo sucedió el 4 de marzo, cuando dos sujetos en moto llegaron a una barbería que está frente a la Escuela de Guachipelín de Escazú y dispararon en varias ocasiones. Dos hombres resultaron heridos y fueron trasladados en vehículos particulares a un centro médico.

Para estos casos, los docentes han aplicado un protocolo creado por el Ministerio de Educación Pública (MEP), según el cual:

  • En caso de agresión con armas fuera del centro, se debe permanecer en las aulas, corredores u otro sitio, tirados bocabajo, con los brazos al costado, alejados de puertas y ventanas.
  • Se aconseja no correr mientras se produce el tiroteo; se pide a los alumnos “intentar camuflarse” e, incluso, “hacerse pasar por muertos”.