Carreras virtuales o híbridas: ¿qué debo tomar en cuenta antes de matricular?

Especialistas en educación y psicología dan consejos para quienes quieren comenzar una carrera virtual, las cuales no necesariamente son para todo tipo de alumno

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Cursar una carrera virtual puede tener grandes ventajas: no hay que disponer de tiempo para el desplazamiento, las lecciones pueden ser llevadas desde cualquier punto del país o incluso fuera de este (siempre y cuando la conexión de Internet sea buena), en el caso de las lecciones asincrónicas puede gestionarse mejor el tiempo y hay mayor flexibilidad.

Sin embargo, así como no toda carrera ni toda materia cumplen con las características para impartirse a través de Internet, no todos los estudiantes tienen en este modelo la mejor forma de aprendizaje. Mientras que algunos alumnos podrían estar maximizando sus posibilidades de estudio y aprendiendo más y mejor, en otros el efecto puede ser el contrario.

La Nación consultó con especialistas en Educación, en Psicología y con estudiantes de estos tipos de modalidad para recopilar qué debe tomarse en cuenta a la hora de matricular este tipo de modalidades. Hay dos tipos de consideraciones principales. Por un lado, están las que atañen directamente a la casa de estudios o a la carrera en sí, y, por otro las que están vinculadas directamente con el estudiante.

“Ni toda carrera puede darse total y completamente a distancia, ni todo estudiante tiene las habilidades o los gustos para llevar una así. Incluso, en carreras en donde sí puede darse todo a distancia, debe tomarse en consideración que la tecnología es solo una herramienta. Una lección a distancia no puede un calco de la lección que se daría en presencialidad, las necesidades y métodos son distintos”, subrayó la psicopedagoga Laura Montero.

Linda Madriz Bermúdez, directora de la Escuela Ciencias de la Educación de la Universidad Estatal a Distancia (UNED) fue enfática en el último punto mencionado por Montero: “no es ‘agarrar’ lo que se hacía lo en presencialidad y pasarlo por Internet”.

¿Qué pedirle a la universidad?

Madriz puso énfasis a informarse primero de la institución (ya sea universitaria, parauniversitaria o un instituto). Llamar y preguntar por los recursos que se tienen para impartir los cursos. Más allá de la tecnología, ver cómo está programado el aprendizaje, el material de estudio, la comunicación con el profesor o instructor. También es importante ver el currículum de los profesores y su carrera profesional, y saber si tienen experiencia en educación a distancia.

Este último punto es vital, ya que los cursos que mejor funcionan para el aprendizaje están diseñados desde un inicio para una modalidad completamente a distancia, con material de estudio robusto que pueda ser aliado del estudiante en su proceso.

Laura Ramírez Saborío, directora ejecutiva del Sistema Nacional de la Acreditación de la Educación Superior (Sinaes), indicó que es importante que las personas averigüen cómo es la universidad, los años de existencia, si hay carreras acreditadas. Si el futuro estudiante tiene entre sus allegados graduados de la carrera de su interés preguntarles.

¿Qué tomar en cuenta como estudiante?

Montero aseguró que lo primero que debe hacer el estudiante es ser consciente de cómo se siente con la educación en la virtualidad. ¿Se distrae más fácilmente? ¿Cambia de pantalla y se pone a ver el teléfono, u otros sitios de Internet y pasa poco tiempo efectivo en clases? ¿Le cuesta más poner atención? ¿Necesita tener al profesor cerca para sacarle más provecho al curso? ¿El desplazarse a otro lugar lo hace entrar de mejor forma en ‘modo estudio?

En cambio, otras personas podrán decir que se concentran mejor desde su casa y que hace un mejor uso del tiempo de estudio cuando está a distancia.

Y hay quienes percibirán que necesitan de ambos mundos.

“Es un tema muy personal que cada uno debe responderse. Si no están seguros, una forma es primero tomar un curso corto remoto, de algunas semanas de duración, y con base en cómo los hace sentir y cómo vieron su aprendizaje decidir tomar o no carreras o técnicos que tengan diferentes grados de educación remota o que no los tengan del todo”, resumió la psicopedagoga.

En este sentido, la ventaja es que hay diferentes opciones educativas que van desde lo 100% virtual hasta lo 100% presencial, pasando por diferentes combinaciones de modelos híbridos.

Los estudiantes aconsejan

Los estudiantes de diferentes carreras y cursos virtuales también brindaron algunos consejos para las personas que piensan estudiar en modelos virtuales o híbridos.

“La conexión a Internet tiene que ser buena, uno pasa muchas congojas si no es así. Porque sí se necesita para estar al día con todo, no quedarse pegado. A veces es necesario invertir en eso”, dijo Marco Vinicio Espinoza Quesada, quien lleva un técnico en Marketing Digital y Gestión de Medios Digitales en la Universidad Hispanoamericana.

Angie Rodríguez, quien volvió a la Universidad de Costa Rica (UCR) a estudiar con la pandemia, y ahora sigue con otras capacitaciones y una licenciatura en comunicación, añadió: “en lo ideal, es fundamental tener la disponibilidad para sacar las horas de clases. Y también tener un espacio, cerrar una puerta y estar en clases, o si no se puede tener buenos audífonos, si no se destina un lugar y espacio a eso puede ser una experiencia frustrante”.

David Barrientos, quien lleva un técnico en ingeniería de software en la Universidad Cenfotec también fue enfático con la necesidad de un espacio para el estudio: “yo sé que no todas las personas tienen las posibilidades, sé que hay realidades muy diferentes en las que no todos pueden tener acceso a eso, pero sí ayuda mucho. También el tener una computadora de escritorio, o una laptop conectada con una pantalla más grande ayudan mucho”.

Carolina Amador, estudiante de ciencias empresariales en la Universidad Lead recalcó que también es muy importante el tiempo que debe destinarse para estudiar y trabajar. En su experiencia, en las lecciones virtuales se deja más material de lectura o de ver videos que en clases presenciales, y esto en ocasiones también requiere de acomodar mejor el tiempo extraclase para algo más que tareas.

“Si no hay autodisciplina no va a ser un proceso exitoso”, resumió.

Finalmente, Cristopher Mora Aguilar, estudiante del técnico en fotografía en la Universidad Veritas aconsejó: “yo sugeriría que comiencen por el ejercicio básico de aprender a manejar una computadora. Suena básico, pero hay personas que no están familiarizadas con un aula virtual y es bueno primero hacer una autoevaluación de eso y también ver cuán cómodos se sienten hablando en público, en las sesiones virtuales muchas veces se incentiva la participación y se pide hablar frente a los compañeros más de lo que se pide en un aula”.