Texto original publicado por La Nación el 10 de enero de 1972.
El Centro Regional Universitario de San Ramón, que con preámbulo de discusiones y dificultades económicas se fundó en 1968, dio el sábado sus primeros frutos con la graduación de catorce jóvenes profesionales que se incorporan a la fuerza laboral del país.
En una ceremonia académica, que contó con la presencia de varios miembros del consejo universitario ataviados de traje talar, los catorce jóvenes recibieron sus títulos en medio de los aplausos cariñosos de la comunidad que asistió para felicitarlos y las palabras encomiosas del rector Eugenio Rodríguez y el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (Feucr), José Luis Valenciano, que son hijos de aquella tierra.
La ceremonia era de gran trascendencia para San Ramón. Por primera vez en su historia se producía allí una graduación de profesionales forjados en su propio suelo y el júbilo de las gentes llenaba la pequeña sala de la escuela Jorge Washington.
Son catorce los nuevos profesionales: María Araya, Ana Casas, Claudia Castro, Rosa Herra, Ana Rodríguez, Rafael Segura, María Chinchilla, Vianney Durán, Yamileth Hernández, Elizabeth Quirós, Carmen Rojas, Ana Valenciano, Carmen Valverde y Luis Losilla.
En otras noticias:
Agasajaron a hijos de alcohólicos
El viernes anterior se efectuó una fiesta para niños en las salas anexas a las oficinas de la Comisión sobre Alcoholismo (CSA), 50 varas al norte del Hotel Europa en San José.
Los niños fueron agasajados en muchas formas. Se les permitió disfrutar de piñatas, helados, golosinas, confites y fueron proyectadas para ellos películas especiales. Los niños, hijos de enfermos alcohólicos que son tratados en la CSA con buen éxito, disfrutaron del homenaje durante varias horas.
Los funcionarios de la entidad se multiplicaron para alegrarlos lo suficiente como para que olviden un poco las profundas huellas de pena que sus progenitores, sin quererlo, marcaron en sus mentes.
Todo listo y ni un bebé quiso nacer
La Real Fuerza Aérea de Gran Bretaña descubrió ayer que aún cuando un avión cuatrimotor es convertido en cigüeña los bebés no llegan siempre en cada vuelo.
El avión Stork Special, un enorme aparato británico convertido en sala de maternidad volante, llegó a la base aérea de Brize Norton procedente de Malta con 20 futuras madres pero ni un sólo bebé.
El avión salió la mañana de ayer de Malta para traer a 22 señoras, todas ellas encitas de siete meses y medio o más. Llegaron 20 a Brize Norton, todas ellas esperando aún la llegada del bebé. Las otras dos se adelantaron a la cigüeña a reacción y dieron a luz en tierra de Malta antier.