Fuga estudiantil alarma a expertos

Piden reestructurar segunda enseñanza y construir opciones para población que fracasa en el sistema formal

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Lo que parece una salida fácil podría convertirse en un camino de espinas para jóvenes estudiantes.

Nadie se atreve a dar cifras, pero cada vez más adolescentes optan por alcanzar su bachillerato por una vía rápida amparada a sistemas de acreditación abiertos que tiene el Ministerio de Educación Pública (MEP), los cuales surgieron hace más de 50 años y que ahora pululan por doquier.

El asunto está empezando a golpear y a fastidiar a profesionales en pedagogía y en psicología. Consideran perjudicial que jóvenes que no lo necesitan decidan seguir ese camino.

Los expertos piensan que es urgente poner límites a este problema pues empieza a adquirir dimensiones preocupantes. Estiman que se debe trabajar en dos frentes: una reestructuración global de la segunda enseñanza y la construcción de opciones que vengan a llenar los vacíos que tiene aquella población que fracasa en el sistema formal.

De acuerdo con los expertos, el fenómeno se está produciendo por la misma inoperancia del sistema educativo, que expulsa a su población estudiantil o que no le ofrece los suficientes elementos capaces de atraer a la población joven.

Camino rapido

La preocupación del director de la División de Calidad de la Educación del Ministerio de Educación Pública, Félix Barrantes Ureña, es que los alumnos estén recurriendo a un sistema de estos (bachillerato por madurez y educación primaria y secundaria a distancia) con el único fin de obtener un título en un tiempo más corto y con la facilidad de solo tener que estudiar para cinco materias.

"Los sistemas de educación abierta se crearon con la filosofía de llenar las necesidad de aquellos costarricenses quienes, por razones fundamentalmente económicas, quedaron excluidos de esa formación. Sin embargo, el sentido del programa se está desvirtuando", advirtió Barrantes.

Con tono de preocupación, relató que hace unos días atendió a una madre de familia interesada en que a su hija, quien cursa la primaria, se le permita integrarse a un sistema abierto con el objetivo de economizarse los seis años de formación escolar.

"Esto es un peligro. Hay que poner límites", enfatizó. "Hemos observado cómo muchos jóvenes se acercan a nuestras oficinas con vivo interés en las ofertas del mercado que les prometen sacar el bachillerato en cuestión de meses."

Tal modalidad invita a estudiantes aburridos del sistema formal, a muchos que han fracasado y rebotado de distintas instituciones, a efectuar el bachillerato sin necesidad de pasar los cinco o seis "tediosos años" necesarios para cumplir con los preceptos de la educación diversificada formal.

Algunos datos empiezan a preocupar. El año pasado 14.500 estudiantes de la educación diversificada formal hicieron los exámenes de bachillerato, mientras que a las convocatorias de educación abierta acudieron cerca de 30.000 personas.

Lo lamentable, de acuerdo con los expertos, es que, al fin de cuentas, los porcentajes de aprobación en educación abierta son muy bajos, dato que refuerza las dudas en torno a la verdadera calidad de la educación que brindan tales "ofertas".

¿Y el ser humano?

Los psicólogos y pedagogos consultados por este matutino coinciden en que esto es peligroso porque el adolescente necesita ese año escolar para socializarse.

Coinciden en que a la par del bagaje académico que requiere un ser humano, la formación que obtienen a lo largo de esos años es fundamental para forjar su personalidad y para poder relacionarse con sus semejantes.

Juan Bautista Castro, psicólogo del Colegio ILPPAL (Instituto Latinoamericano de Psicología y Pedagogía Alternativas), comentó que ganar exámenes no prepara a ninguna persona para enfrentar los desafíos que vendrán posteriormente.

El mismo criterio expresaron Jorge Brenes, Héctor Fonseca y Guiselle Osorio, de la misma institución, quienes aseguraron que no solo es importante aprender a sacar la raíz cuadrada, sino que es trascendental para el adolescente la construcción y el afinamiento de su proyecto de vida.

Durante una sesión de trabajo, los psicólogos comentaron que esa carrera deriva un desarrollo desarmónico, propicia la dispersión, el fracaso y la pérdida de identidad entre sus iguales. "La inteligencia también es un proceso que se construye. Y esa carrera no favorece esa construcción", opina Castro Elizondo.

De acuerdo con los profesionales, acelerar el proceso educativo puede producir inseguridad en el estudiante, dado que este asume cada etapa sin el necesario punto de maduración, factor que tarde o temprano origina en el educando esquemas de vida disfuncionales.

Un criterio similar expresaron la directora académica y el director general del Centro de Educación Interactiva (CIE), Isabel Moreno Paniagua y Enio Víquez Rodríguez, respectivamente, quienes afirmaron que los muchachos que recurren a estos sistemas como vía rápida no disfrutan y pierden la identidad de grupo.

Pero no solo eso: tampoco los resultados obtenidos son halagüeños. Muchos realizan dos, tres o cuatro pruebas y, al final, también desertan.

Estos sistemas son una "pseudosolución", puntualizaron los expertos.

¿Por que se desplazan?

Los educadores, psicólogos, autoridades educativas, funcionarios del MEP y los propios estudiantes de secundaria coinciden en que el paso de alumnos del sistema formal a los sistemas por suficiencia o de educación abierta se están produciendo por múltiples causas, inherentes al alumno, al ambiente y al sistema educativo.

-Problemas económicos

-Desinterés por la educación formal

-Desadaptación a los sistema de enseñanza

-Fracaso escolar

-Dificultades de disciplina

-Falta de pertinencia de la educación secundaria

-Desatención hogareña

-Sistema formal es expulsivo y no tiene ningún acicate para atraer al joven

-Dificultades estructurales de la enseñanza

-Programas rígidos

-Métodos inadecuados de enseñanza

-Oferta educativa inadecuada

-Insuficiencia intelectual, inmadurez y retardo sociocultural del estudiante

Promoción de bachillerato por madurez (En porcentaje)

Funcionarios del Ministerio de Educación Pública (MEP) estiman que la población que está recurriendo a los sistemas de educación abierta puede llegar a las 30.000 personas. Solo a la convocatoria de julio pasado asistieron 15.662 estudiantes. Una de las preocupaciones de los especialistas es que los resultados obtenidos en ese sistema no son satisfactorios pues la promoción es muy baja.

Matemáticas (en letras) 19,04

Matemáticas (en ciencias) 32,60

Inglés 35,36

Gramática y Literatura 16,64

Redacción y Ortografía 46,56

Estudios Sociales (en letras) 24,79

Estudios Sociales (en ciencias) 34,08

Fuente: Ministerio de Educación Pública (MEP).