Enseñanza del inglés sigue ausente en mayoría de aulas de preescolar

Solo 21% niños de centros del MEP recibe clases de segundo idioma aunque han pasado 26 años desde el plan piloto para universalizarlas

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La mayoría de los niños que están en las aulas de preescolar de centros del Ministerio de Educación Pública (MEP) no recibe inglés. Así ocurre aunque han pasado 26 años desde que el país puso en ejecución el primer plan piloto para llevar un segundo idioma desde la educación de primera infancia, en 1998.

Esa es la realidad pese a la meta anunciada por el MEP en el 2018, en la administración de Carlos Alvarado, según la cual para el 2022 el 100% de niños de preescolar estaría aprendiendo inglés. El objetivo no solo se incumplió en aquel periodo –cuando además se implementaron las clases a distancia por la pandemia– sino que sigue estando muy lejos de concretarse.

Datos del Ministerio revelan que en el 2023, la enseñanza del inglés tuvo una cobertura de apenas un 21,30%. Ese porcentaje equivale a 22.136 niños que tuvieron el “privilegio” de llevar clases en un segundo idioma desde los primeros años de la educación formal.

Pese al lento avance en la cobertura, Giselle Alpízar, jefa de Primera Infancia del MEP, celebró el resultado. La funcionaria aseguró a La Nación que superaron la meta que se había fijado para el 2023, pues su propósito era llegar a un 19,1% y más bien alcanzaron un 21,30%.

Alpízar explicó que para el 2024 pretenden superar el 22% de cobertura, por medio de cuatro escenarios: total inmersivo, experiencias de la jornada, ampliación por parte de los profesores de I y II ciclos y cambio de especialidad.

Para garantizar la calidad de la enseñanza de este idioma, explicó, el MEP estableció como exigencia de contratación que las personas docentes de esta especialidad tengan los niveles de competencia de C1 y B2, según el Marco Común Europeo de Referencia.

Asimismo, informó de que hay 419 centros educativos de las 27 Direcciones Regionales Educativas que tienen un proceso de aceleración de aprendizaje en el idioma con herramientas educativas como ABC mouse y My Math Academy.

Momento clave

Los expertos son claros en que cuanta más temprana sea la edad en la que un niño reciba enseñanza formal del inglés o cualquier otro idioma, mejor será el aprendizaje, la comprensión y la motivación para no percibir la lengua extranjera con temor.

Lo confirmó Alda Cañas, exdirectora de colegio y una de las encargadas del programa “Actualiza” que imparte a maestras de preescolar. Ella ha sido contundente al manifestar la necesidad de aprovechar la capacidad cerebral que los humanos tienen desde el primer año y hasta los 7 años de edad.

Según dijo, el aprendizaje de un segundo idioma en la primera infancia mejora el desarrollo cognitivo al estimular la flexibilidad mental y la resolución de problemas.

“En preescolar el aprendizaje debe ser siempre lúdico y la enseñanza del inglés no es una excepción. Debe ser participativa, utilizar juegos, canciones y actividades interactivas para que sea divertida. Se debe utilizar mucho material visual para fomentar el desarrollo de vocabulario”, añadió Cañas.

El criterio es compartido por el director de la Escuela de Lenguas Modernas de la Universidad de Costa Rica (UCR), Allen Quesada, quien explicó que en la primera infancia, el cerebro se encuentra en una fase de desarrollo altamente receptiva, caracterizada por una plasticidad neuronal excepcional, permitiendo una absorción más efectiva de los patrones lingüísticos.

“Se ha visto que los niños poseen una predisposición natural para imitar sonidos y a segundos o terceros idiomas. Por lo tanto, al aprovechar la ventana de oportunidad que ofrece la infancia temprana, la enseñanza del inglés o segundas lenguas en preescolar maximiza el potencial natural de los niños para adquirir competencias multilingües”, declaró el académico.

También el último informe del Estado de la Educación enfatizó en que la enseñanza preescolar bilingüe es una oportunidad para abrir caminos.

Recordó, además, que la Alianza para el Bilingüismo (ABi) del MEP tiene como meta que para el año 2040 los estudiantes dominen las competencias lingüísticas de un segundo idioma, para que sean capaces de comunicarse con éxito en diferentes contextos y situaciones de la vida.

No obstante, para poder avanzar en cobertura de inglés en preescolar y en todos los demás niveles, primero se le debe dar las herramientas necesarias a los docentes, advierte Georgina Jara Le Maire, presidenta de la Junta Directiva del Colegio de Licenciados y Profesores (Colypro).

“Esto implica tiempo para capacitación, recursos didácticos, infraestructura, en fin, la educación debe fortalecerse día a día y la formación en un segundo idioma es importante pensando que tenemos educación planetaria con identidad nacional”, manifestó Jara a La Nación.

Mal preparados

La ausencia de aprendizaje de un segundo idioma en preescolar no solo desaprovecha esa gran oportunidad por el momento del desarrollo en que están los niños, sino que también impacta negativamente en su futuro, cuando se deben enfrentar a la primaria, secundaria y más allá.

El último mapeo de la UCR que evaluó el dominio del inglés de escolares y colegiales con el objetivo de ubicarlos en escalas de desempeño según las bandas establecidas por el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCERL), reveló que los estudiantes no pasan del primer nivel.

Esas bandas se dividen en los niveles de A1 (principiante) y A2 (dominio básico o elemental del idioma), de B1 (preintermedio), B2 (dominio intermedio) y C1 (avanzado).

La población de primaria que realizó la prueba se concentra en las bandas A1 y A2 tanto en comprensión de escucha como en comprensión de lectura. En lo referente a la producción oral, casi el 70% se ubicó en el rango A1, mientras que el porcentaje restante se distribuyó entre las bandas Pre-A1 y A2.

Los resultados escolares son más deficientes en la habilidad de la producción escrita, donde el 66,4% se ubicó en la banda Pre-A1, mientras que el 20,4% tan solo pudo alcanzar el nivel A1.

En cuanto a secundaria, los alumnos deberían estar en niveles B1 y B2 según las metas del mismo MEP; pero más del 70% no pasa del A1.

El Ministerio, incluso, en agosto de 2023, instó a los estudiantes de secundaria a buscar créditos con la Comisión Nacional de Préstamos para Educación (Conape) “para estudiar inglés” y así poder formarse en carreras de alta demanda, a pesar de que el mismo ministerio tiene como objetivo hacer un “país bilingüe”.

De acuerdo con la invitación de la entidad, 5.890 jóvenes mayores de 15 años, podrían optar por financiamiento para “cursos de inglés impartidos en cualquier instituto de idiomas público o privado” con tasas de interés de 4,5%.

‘Dominio del inglés es indispensable’

Las deficiencias impactarían incluso en la vida laboral, como lo advirtió Vanessa Gibson, directora de Clima de Inversión de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), al recalcar que el dominio del inglés es indispensable para que las personas puedan optar por empleos de calidad en empresas del sector multinacional.

Gibson explicó que, aunque en sectores de manufactura y ciencias de la vida existen puestos de operarios de producción donde no se requiere el dominio del idioma, si las personas tienen aspiraciones para optar por puestos de mayor nivel y mejor remuneradas, requerirán inglés con al menos un nivel B1.

El dominio de este idioma es la “puerta de entrada” para desempeñarse en el sector servicios. Datos de Cinde arrojaron que:

  • 79% de las empresas atraídas en este sector requiere como mínimo niveles de intermedio- avanzado (B2-B2+)
  • 13% requiere niveles avanzados (C1-C2)
  • 8% requiere niveles intermedios (B1-B2)

Además, otros estudios realizados por Cinde revelan que el premium salarial para quienes dominan inglés como segundo idioma oscila entre el 21% y 41%. Esta escala varía según el rango de educación formal con el que cuente la persona; es decir, que a mayor nivel de escolaridad con dominio del inglés, las opciones salariales son mayores.

A raíz de estos datos, Cinde también se unió al llamado de ampliar la cobertura educativa de inglés desde la primera infancia y a reducir las brechas del país en materia de bilingüismo.