Un funcionario administrativo de la Universidad de Costa Rica (UCR) tiene acumulados 122 días de vacaciones.
Otro, que cumple las mismas funciones, tiene 112 días de descanso que no ha disfrutado. Y ocho más acumulan en total, 741 días de vacaciones.
Entre todos los 3.736 empleados de la UCR con jornadas de tiempo completo, suman 39.805 días de descanso.
Las autoridades universitarias alegan que tienen controles internos para evitar que esto ocurra; sin embargo, en la práctica no sucede.
Más bien, el Sindicato de Empleados de la UCR (Sindéu) está usando la negociación de la convención colectiva para solicitar de dos a cuatro días más de vacaciones por año.
Actualmente, un funcionario que tiene de 1 a 5 años de trabajar en la Universidad, gana el derecho a 16 días hábiles de descanso; de 6 a 10 años, 23 días hábiles, y de 10 años en adelante, gozan de 30 días.
El Sindéu también está pidiendo asueto para el fin y principio de año, tal y como ocurrió en el 2016, cuando el rector Henning Jensen le regaló una semana de descanso a todo el personal universitario.
Rector: 'Es poco'
Para el rector de la UCR, Henning Jensen, el número total de vacaciones acumuladas “es poco”.
“Si dividimos los 39.800 días acumulados entre los 6.182 tiempos completos de la UCR, resultan 5,84 días acumulados por tiempo completo. Eso es poco”, señaló Jensen.
Según explicó, a los empleados que llevan más días acumulados de descanso se les obligó a presentar un plan para usarlos, el cual deben cumplir.
“Tenemos un expediente electrónico para cada funcionario que permite alertar sobre la acumulación de vacaciones y ordenar su disfrute”, manifestó el rector Jensen.
Rosemary Gómez, secretaria general del Sindéu, dijo que son “casos especiales” los empleados que acumulan esa cantidad de vacaciones y que, más bien, algunos quedan debiendo.
Explicó que la oficina de Recursos Humanos envía circulares constantemente para que los funcionarios gasten tales días, y reiteró que les exigen un plan de disfrute de estos.
“Los que tienen muchas vacaciones puede ser que desempeñen un puesto que requiera su presencia y les cuesta sacarlas, por ejemplo, en la Oficina de Becas, la demanda es mucha, también en la Oficina de Registro. Sin embargo, la institución siempre ha mantenido regulación”, dijo la sindicalista.
Negociación
La Convención Colectiva de la Universidad de Costa Rica venció el 3 de marzo.
Aunque hasta el pasado 23 de febrero las partes no habían comenzado a negociar ni un solo artículo, Rosemary Gómez manifestó que han ido avanzando.
Por ejemplo, estuvieron de acuerdo en prorrogar hasta el 2 de setiembre el acuerdo actual, que le cuesta a la UCR ¢42.000 millones por año.
También, se clasificaron los artículos en grupos: los que tienen mayor posibilidad de un acuerdo; a los que solo se les debe cambiar la redacción; y “los rojos”, como se les llama a los artículos donde las partes mantienen grandes diferencias.
Estos últimos son: reducir las anualidades, que hoy están en un 5,5%; bajar los tiempos sindicales; la propuesta de la Administración de eliminar la Junta de Relaciones Laborales y, la propuesta del Sindéu del pago total de la incapacidad.
Gómez reiteró que están en la mejor disposición de dialogar pero, aseguró, no van a negociar a la baja.