El viernes 29 de setiembre, un hombre fue asesinado frente a la Escuela Rescate de Ujarrás, Paraíso de Cartago, donde fue interceptado y acribillado por cuatro individuos, que usaban armas de grueso calibre.
El violento ataque ocurrió en plena mañana, a las 9 a. m., a pocos metros de donde los chiquitos recibían clases. Una de las balas, incluso, quedó incrustada en una pared de la escuela.
Por supuesto, el hecho alteró el día lectivo. Los escolares quedaron muy asustados y llorando; todos fueron evacuados de manera segura y suspendieron las clases.
El 11 de abril, una situación muy similar se presentó a 50 metros de la Escuela Ciudadelas Unidas, en San Felipe de Alajuelita, donde un muchacho de 16 años fue asesinado en vía pública. Luego del hecho, las maestras practicaron con sus niños de 4 y 5 años de edad acciones en caso de que una emergencia como esta se repite.
¿Qué deben hacer los maestros cuando ocurre un hecho como este?
Ell Ministerio de Educación Pública (MEP) solo maneja un documento con una serie de medidas en caso de que la balacera se registre dentro de la institución; sin embargo, cada centro educativo lo rediseña, previendo que pueda ocurrir un hecho de violencia como el de Paraíso o Alajuelita.
Los pasos son:
- En caso de agresión con armas fuera del centro, se debe permanecer en las aulas, corredores u otro sitio, tirados bocabajo, con los brazos al costado, alejados de puertas y ventanas.
- Se aconseja no correr mientras se produce el tiroteo; se pide a los alumnos “intentar camuflarse” e, incluso, “hacerse pasar por muertos”.
- Los docentes deben procurar que los alumnos mantengan la calma.
“Con pecho en tierra o rodilla en tierra deberán buscar e ir al sitio. Brindar apoyo especial a cualquier persona detectada como vulnerable. No evacuar la escuela durante el tiroteo; cerrar puertas y ventanas. Tranquilizar a quienes gritan y mantener una comunicación ininterrumpida con un contacto externo como la Fuerza Pública”, indica el protocolo.
Entrenamientos de este tipo en las escuelas se han hecho necesarios porque ni estas se libran de la ola de violencia que golpea al país y que ya marcó récords. Según datos de la Policía Judicial, hasta el 4 de octubre se habían registrado 687 homicidios este año, 216 más con respecto al mismo periodo de 2022.