Costarricenses festejan Navidad al extremo

Personas con trabajos que exigen disfrutar esos días de una manera distinta

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Navidad es...( complete la frase, estimado lector ). ¿Cena con pierna de cerdo, tamales, rompope y queque navideño?, ¿regalos bajo el árbol?, ¿oraciones?, ¿reunión familiar?, ¿brindis?, ¿fuegos artificiales?

La tradición cristiana conmemora, la noche del 24 de diciembre, el Nacimiento de Jesucristo y millones de personas alrededor del mundo lo celebran según sus respectivas culturas. El último día del año, el 31 de diciembre, es también motivo de algarabía en varios rincones del planeta.

Pero hay algunos que por distintas razones se ven obligados a pasar esas fechas en otras circunstancias menos festivas.

La sobrecargo Ana Milena Morales, el médico ginecoobstetra Jorge Gazel, el bombero Óscar Portuguez y el guardaparques Vinicio Mesén comparten con los lectores de La Nación sus respectivas experiencias de un 24 o un 31 de diciembre atípicos.

Todos coinciden en que, a pesar de que deben ajustar sus celebración a las exigencias de su trabajo, ellos disfrutan de lo que hacen e intentan, por todos los medios, sentirse como en casa y de recordar lo verdaderamente importante en esos días.