APSE gasta más de ¢5 millones para decir que docentes trabajan

Iniciativa surge para ‘dignificar al empleado público’ y evidenciar su labor

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Con vallas publicitarias, pautas en medios de comunicación y en redes sociales, la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE) pretende “dignificar al empleado público” y convencer a la población de que ellos sí trabajan.

La campaña “Yo sí trabajo”, cuyo costo supera los ¢5 millones, consta de seis anuncios que muestran a empleados de la educación realizando sus tareas cotidianas y dirigiéndose al trabajo. En el mensaje, los trabajadores afiliados a la APSE preguntan: “¿Usted cree que yo no trabajo?, ¿usted cree que soy millonario?”

Los anuncios cierran con la frase: “Quienes trabajamos no somos responsables de la crisis. En APSE trabajamos por la clase trabajadora”.

Ana Doris González, presidenta del APSE, dijo que la idea surge por “la campaña mediática contra los empleados públicas a los que se les achaca la responsabilidad del déficit fiscal”.

“Dicen que somos unos vagabundos, que no trabajamos, que lo que hacemos es pedir y pedir. La campaña trata de sensibilizar a la comunidad en general, recordándole al pueblo quiénes son los empleados públicos y que nosotros realizamos un trabajo fundamental para la sociedad”, explicó González.

Los datos del Ministerio de Hacienda muestran que el Ministerio de Educación es la entidad que más tipos de incentivos y recargos paga a sus funcionarios.

Solo para financiar el incentivo “para el desarrollo de la docencia”, el MEP cancelará ¢73.000 millones el otro año.

Sin embargo, los funcionarios del MEP están entre los que menos dinero demandan al Gobierno en el Presupuesto Nacional.

Por ejemplo, para el próximo año, cada uno le costará al Estado ¢1,5 millones mensuales (incluyendo incentivos y cargas sociales), mientras que los del Poder Judicial cuestan ¢2,5 millones.

La campaña, cuya duración será de una semana y media, fue lanzada el miércoles en la noche en el cine Magaly, donde se proyectaron los seis anuncios y la película llamada Conducta, que trata de la historia de un funcionario público.

Según González, la propaganda incluye una etapa posterior para evidenciar “los verdaderos números de la crisis”, con el objetivo de que la población conozca cuál es la verdadera causa del déficit fiscal.

“La idea es que otros sindicatos se unan para evidenciar el trabajo de los empleados públicos, que se demuestre que no somos millonarios, que somos trabajadores normales”, explicó la sindicalista.