Un total de 32 personas, entre estudiantes y profesores del Liceo Braulio Carrillo Colina, en Oreamuno de Cartago, tuvieron que ser atendidas de inmediato por la Cruz Roja y Bomberos, víctimas de intoxicación, la mañana del miércoles 27 de septiembre.
Al llegar al lugar, los equipos de la Cruz Roja y los bomberos encontraron a los afectados con síntomas como dificultad para respirar, náuseas, dolor de cabeza y dolor abdominal, entre otros malestares.
Mauricio Mendoza, Jefe de Operaciones de la Cruz Roja de Cartago, confirmó a este medio que atendieron a 32 personas y ninguno necesitó ser trasladado a un centro médico; solo fueron evaluados en el lugar.
Por su parte, Ricardo Garita, bombero de la estación de Cartago, dijo que la emergencia se originó porque en un terreno cercano se estaba aplicando un químico (fertilizante o insecticida) a los cultivos. Debido a la brisa, el olor de los productos aplicados se dirigió hacia el colegio, donde afectó a quienes se encontraban allí.
Garita aconsejó: “En situaciones como estas, lo mejor es informar de inmediato a los responsables o llamar al 911, dirigirse al Ebáis o al hospital para una evaluación más a fondo e informar a los bomberos para identificar la fuente del problema”.
Uno de los estudiantes de este colegio, quien prefirió no revelar su nombre, al igual que su madre, relató a este medio lo que ocurrió ese día.
“Escuché a los profesores comentando que algo estaba sucediendo y luego empecé a sentirme mal, porque me llegó un olor muy fuerte . Lo mismo les ocurrió a varios de mis compañeros. Nos mantuvieron en las aulas y no nos permitieron salir hasta que se dieron cuenta de que algunos de nosotros estábamos afectados y que estábamos llamando a nuestros padres debido a que teníamos dolor de cabeza, ojos irritados y ganas de vomitar.
“Era como un olor químico. Después de aproximadamente dos horas y media, suspendieron las lecciones y nos enviaron a casa. Comenzamos a respirar ese olor desde temprano, pero primero, solo se percibía en una parte del colegio, luego se fue extendiendo por todo el lugar.
“Creo que por eso se tomaron tanto tiempo para decidir enviarnos a casa; quizás pensaron que la situación se resolvería rápidamente, ya que en ocasiones anteriore,s ha ocurrido algo similar”, relató el estudiante.
Por su parte, su madre, de apellido Gómez, se mostró muy preocupada por lo que estaba ocurriendo en el colegio. Ella relató: “Me enteré de la situación a través de otra madre, y fui al colegio por mi hijo, ya que no les permiten salir sin autorización, a pesar de que vivimos a solo 500 metros de distancia. Como padres, estamos molestos porque nunca se nos informó de lo que estaba sucediendo, y se tardó mucho en suspender las clases.
“Esto parece ser un problema recurrente debido a la presencia de una huerta cerca del colegio. Mi hijo regresó a casa con irritación en los ojos, dolor de cabeza y náuseas. Llamamos a un amigo que es médico, quien nos aconsejó mantenerlo en un lugar bien ventilado y darle mucho líquido. Si los síntomas persisten, lo vamos a llevar a Emergencias.
Gómez añadió que hasta el momento desconocen si las clases se reanudarán este jueves.