Alegría escolar regresó a cada extremo de Costa Rica

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En bicicleta, a pie, a caballo y en panga, así regresaron a las aulas ayer los alumnos de comunidades alejadas.

Desde temprano, el ambiente en escuelas y colegios volvió a llenarse con las voces de los jóvenes que iniciaron un nuevo curso lectivo, así como con las de los familiares que los acompañaron y maestros que los recibieron.

En la Escuela Teodoro Picado Michalski, de Upala, también se escuchó la oración con la que los presentes agradecieron por poder iniciar un nuevo ciclo lectivo, tras sufrir el impacto del huracán Otto, el año pasado.

A la misma hora, pero en Buenos Aires de Puntarenas, la Escuela El Vergel abrió sus puertas a 65 niños indígenas, muchos de quienes llegan a la escuela tras cruzar el río Grande de Térraba.

Hasta el portón. El inicio de las lecciones también involucra a las familias de los alumnos.

Por ejemplo, Yulker Ocampo inició el primer grado en la Escuela Central de Guápiles, en compañía de su mamá, Mariel Madriz, y sus hermanos, Yuxell y Yuley.

En el otro extremo del país, en Liberia, Betsy Porras también caminó hasta el portón de la Escuela Isabel Brown Brown con su hija Stacy y con la niña Leny Ibarra.

Fotos: Mayela López, Alfonso Quesada, Rebeca álvarez, y Reiner Montero.