Dos salvavidas deben resguardar turistas en 7 kilómetros de playa

Rescatistas hacen trabajo de forma voluntaria, pero dicen que no dan abasto

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Aguirre, Puntarenas.

Dos salvavidas voluntarios cubren 7 kilómetros de una de las playas más visitadas del país: Manuel Antonio, en el cantón de Aguirre, Puntarenas. Ambos aseguran que no dan abasto con la cantidad de rescates que deben atender en la zona.

“Si no fuera por nosotros gran cantidad de personas hubieran fallecido en el mar”, afirmó Ramón Sánchez, unos de los salvavidas conocido como Chito.

Él, junto a Johnny López, tienen más de 10 años de prestar servicio voluntario y se quejan del poco apoyo recibido por parte de la empresa privada y la Municipalidad local.

Incluso estos dos rescatistas son la mano derecha de la Cruz Roja de Quepos, la cual carece de personal experto en rescate acuático.

“Ellos son los que se encargan de sacar a los pacientes, si la persona está dentro del agua nosotros es poco lo que podemos hacer”, explicó el socorrista Leonel González.

Diego Vargas, instructor de la Academia Nacional de Guardacostas, explicó que el Servicio Nacional de Guardacostas tiene poco presupuesto y personal para dar el servicio de salvavidas.

Recordó que en las ciudades donde se cuenta con esta protección es porque las municipalidades han asumido tal responsabilidad.

“Ellos reciben las ganancias que generan los impuestos”, dijo.

Consultada al respecto, la alcaldesa de Aguirre, Isabel León, narró que hace un año se quiso implementar un programa de salvavidas municipales, pero una vez que habían echado a andar el programa se quedaron sin presupuesto para pagar a los especialistas.

Males compartidos. A 44 kilómetros de Manuel Antonio se encuentra Esterillos Este, Parrita. Ambas localidades cuentan con varios kilómetros de playa constituidos hoy en un imán para turistas nacionales y extranjeros.

Las dos comparten también la falta de recursos para prestar el servicio de guardavidas.

Rose Mary Chamberlain, dirigente comunal y vecina de Esterillos Oeste, Parrita, lidera un plan para dotar de salvavidas a las principales playas de Parrita.

Según narró, con la ayuda de la Academia Nacional de Guardacostas han capacitado a varios jóvenes de la zona. De ellos, siete vigilan la costa durante los fines de semana.

“Para ellos es muy difícil. Algunos viven de la pesca o son familias muy pobres. Otros complementan su valioso servicio voluntario con trabajos en construcción o dando lecciones de surf”, comentó .

Según Chamberlain, la Municipalidad de Parrita y el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) han hecho aportes presupuestarios esporádicos, pero no han sido suficientes porque las playas son muchas y el personal que se requiere es más del que se pueda contratar.

Desde hace varios meses la dirigente ha estado reuniéndose con representantes del Gobierno para tratar de conformar un cuerpo de salvavidas que les permita a los voluntarios hacer de este oficio sin pago una profesión remunerada.

En las reuniones, incluso con la presidenta Laura Chinchilla, se ha propuesto incluir a los salvavidas en el régimen de guardacostas, manifestó Chamberlain.

Sin embargo, la iniciativa tropezó cuando el ministro de Seguridad Pública alegó que muchos de los muchachos no tienen bachillerato, requisito para ser policía.

Según dijo Chamberlain, ante esa situación, se ideó incluirlos en el régimen de guardaparques.

No obstante, esta propuesta lleva varios meses de presentada y no se ha recibido una respuesta.