El diputado Carlos Hernández, del Frente Amplio, rompió el silencio que ha mantenido desde su detención, el sábado, por supuesta violencia doméstica.
En su cuenta de Twitter, el legislador aseguró que no renunciará a su curul, pese a que es la segunda vez que se le imponen medidas cautelares por una queja de agresión (la primera vez fue en marzo del 2008).
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" Ante los presuntos hechos que se me imputan por los medios de prensa, manifiesto de manera sensata pero enérgica que no me referiré a ese tema. Tal decisión firme se da por el respeto que les debo a mis hijos, a mi señora y a mi familia en general. Muchas gracias", comentó el congresista en tres tuits.
El último que publicó, a las 12:30 p. m., aproximadamente, expresa su oposición a dejar el Congreso: "Dejo claro que NO renunciaré a mi cargo en la Asamblea Legislativa. Continuaré en mi curul".
El lunes, el jefe de la fracción del Frente Amplio, Gerardo Vargas, aseguró que el parlamentario no le había respondido a ningún intento de contacto.
Además, el partido puso en manos del Tribunal de Ética el caso, para que decida cómo proceder, a pesar de que en febrero del 2015, se había procedido de manera diferente con el ahora exdiputado Ronal Vargas, acusado de acoso sexual por una asesora.
Ayer, la Secretaría Nacional de Mujeres del FA y parte de la Juventud, emitieron un comunicado en el que le exigen al puntarenense renunciar al cargo de legislador.
"La única acción consecuente que le queda al señor diputado es renunciar a su curul y responder como militante al expediente abierte en su contra en el Tribunal de Ética, como es de esperar de un líder frenteamplista, comunal y sindical", reclamaron las mujeres.
Además, el caso de Hernández no es el primero en el Frente Amplio. Ya en la campaña habían creado polémica el caso de Jorge Arguedas, quien tuvo acusaciones de supuesta agresión en el 2003, y el de Hernández del 2008.
El caso de Ronal Vargas llevó esta tendencia a un punto crítico, tanto así que le obligaron a renunciar luego de hablar con la denunciante y ver las supuestas pruebas del acoso.
Por otra parte, el criterio de la presidenta del comité ejecutivo del FA, la diputada Patricia Mora, es que él debe renunciar si se comprueban los hechos que se le imputan, pero que en tanto, debería alejarse de sus funciones como congresista.