El diputado oficialista Víctor Morales Zapata se apareció de nuevo en la reunión de la fracción del Partido Acción Ciudadana (PAC), a pesar de la orden de la jefatura de la bancada de no seguir asistiendo a esos encuentros hasta que no haya una solución clara a su situación.
La orden la giró el pasado 18 de noviembre el jefe del oficialismo Marco Redondo, el argumento de que la presencia de este legislador no permite el correcto funcionamiento de la bancada de Gobierno.
Esta es la cuarta vez que esa reunión se quiebra, pues un grupo de siete legisladores (G7, integrado por Ottón Solís, Epsy Campbell, Marvin Atencio, Marcela Guerrero, Franklin Corella, Nidia Jiménez y Marlene Madrigal) se niega a participar de los encuentros si asiste su compañero Morales Zapata.
El viernes, ante la orden de no presentarse, el congresista (desterrado desde antes de iniciar el periodo legislativo) aseguró que decidiría este lunes si iría o no a la cita.
Rebeldía.
Marco Redondo consideró la acción de Morales Zapata como un acto de rebeldía a la orden girada por la jefatura, que no beneficia en nada al trabajo de la bancada oficialista.
"Yo invito a los dos sectores al diálogo. He hecho todo lo posible. Hoy (lunes) quedó demostrado que no hay interés, aunque ya se generaron los elementos para que él accione (ante los tribunales). Ya esto se pasa de la raya", dijo Redondo.
La orden del jefe del PAC establecía que no se cambiaría la decisión hasta tanto la Asamblea Nacional de esa agrupación acordara (o no) cambiar la medida definida desde enero del 2014, cuando se ordenó a los futuros diputados no acoger a Morales Zapata en la fracción, o bien, hasta que un tribunal ordenara su ingreso ante una petición del parlamentario.
Ese acuerdo de la asamblea partidaria se dio luego de una petición del entonces candidato presidencial Luis Guillermo Solís, porque Morales Zapata ocultó a ese órgano que en 1994 afrontó una acusación penal por el supuesto mal manejo de un préstamo del Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (Infocoop). El caso fue conciliado, por lo que no llegó a juicio.
Franklin Corella, uno de los siete congresistas que prefiere apegarse al mandato de la Asamblea Nacional del PAC, manifestó que es lamentable que el legislador haya desacatado la orden del jefe de la bancada.