Desastre: 10 minutos de terror en Alto Loaiza

Un vecino alertó sobre avalancha

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Orosi (Paraíso). La avalancha duró unos 10 minutos, que para los 70 habitantes de Alto Loaiza de Orosi fueron de terror.

No está claro quién fue el primero en darse cuenta del peligro, pero Manuel Sánchez, conocido como Melo , es considerado como la persona que avisó del riesgo y los salvó de la muerte.

"Eran como la 1:30 a. m. cuando oí una turbulencia muy rara. Me levanté descalzo y fue cuando oí que la quebrada traía piedras", narró Sánchez.

"Claro, todos lo esperábamos: cualquier día podía haber una avalancha pues hace como dos años se vinieron dos manzanas de allá arriba".

Melo , cuya casa está en la parte de abajo, subió la empinada cuesta tirando piedras a los techos, pegando gritos y tocando puertas para despertar a los vecinos. "Juigan, juigan porque tenemos una correntada", dice que gritó.

Michael Brenes, de 20 años, recordó ayer que en la madrugada, cuando Melo los despertó, él salió con cuatro hermanos menores y su madre, Rosa Brenes, venía atrás, con Andrey y Shirley. "Habíamos caminado como 50 metros cuando mamá me dijo: ëcaminen, caminen ustedesí. Nosotros llegamos a un cerro, pero no volvimos a ver a mamá".

Jorge Granados Garita, quien vive en la casa que está más arriba del caserío, manifestó: "Era como un terremoto, lo que hice fue arrimarme a la pared y pensé: ëhasta aquí me la prestó Diosí".

Rigoberto Sánchez Rojas dijo: "Se oyó un retumbido como dinamita, cuando vimos el montón de tierra encima de nosotros.

"Mire, era un pánico, gritos, nervios. Nos salvamos porque todos nos juntamos en un grupo y caminamos para un cerro. Éramos como 50 personas. Allí pasamos hasta que aclaró para salir", comentó.

Ayer nadie sabía cuál será su futuro pues la comunidad está inhabitable. Por el momento, todos se alojaron en casas de amigos o familiares.