“Para empezar, te vengo a cantar el nuevo meneadito desde Panamá”. Con el ritmo de El General, la tienda El Poderoso trataba ayer de atraer, en el centro de San José, clientela que corría, comparaba y realizaban las últimas compras antes de la Navidad.
Como esa tienda, decenas de comercios utilizaban los temas musicales como anzuelos en medio del mar de gente que caminaba por el bulevar de la avenida central. No faltó la vendedora que gritaba: “la blusa reductora a ¢3.000; pierda peso en segundos. Vengan, hagan fila que hay para todas las tallas y de todos los colores”.
Las aceras, ya de por sí estrechas, ayer lo eran más. La gente caminaba entre los carros o hacía filas en los cajeros automáticos para, con ese dinero, hacer filas en las cajas de las tiendas, dispuesta a convertir los billetes en regalos o en sonrisas infantiles. Roxiris Bermúdez vino desde lejos.
“Vengo con mi mamá desde Limón para hacer las compras acá, en San José. Venimos casi que solo por la ropa nueva”, relató.
Marcela Rojas, encargada de la tienda El Poderoso, dijo que no había que sorprenderse por la cantidad de gente en San José.
“Las ventas han estado buenas toda la semana. Todos los días han sido como hoy”, manifestó.