Liberia, Guanacaste. Cada vez que un cliente se sube a su taxi, Wendelin López espera que no le pida ir a uno de esos barrios de Liberia donde las calles están destruidas y su taxi sufre daños por los baches.
Para su mala suerte, son muy pocas las vías en buen estado en este cantón guanacasteco; por eso, con mucha frecuencia, López se ve obligado a sortear huecos y zanjas con su taxi.
Basta con darse una vuelta por el centro de la ciudad para experimentar lo que vive diariamente este taxista. Lo confirma, además, el director regional del MOPT.
“La red cantonal vial está compuesta por casi 500 kilómetros, de los cuales el 70% está en una condición de mala a muy mala”, reveló Julio Viales, director regional del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT).
Según informó Viales, en el 2012 se le autorizó asfalto para 28 kilómetros de calles; sin embargo, la Municipalidad local no hizo ninguna obra. Por lo anterior, para el 2013 solo le autorizaron una cantidad de asfalto para 6 kilómetros de vías.
“Nosotros solo trabajamos con propuestas de las municipalidades, pero en los últimos dos años en Liberia no nos han presentado nada”, agregó Viales.
Dinero asegurado. El alcalde liberiano, Luis Gerardo Castañeda, informó de que ya están asegurados los recursos para iniciar la reparación de las vías de la ciudad.
El 5 de setiembre, dijo, fue aprobado el presupuesto de la Unidad Técnica de Gestión Vial. Castañeda aseguró que se invertirán ¢1.000 millones en arreglo de calles y ¢750 millones adicionales en la compra de maquinaria.
Marcial Tinoco, director de la Unidad Técnica Vial de la Municipalidad de Liberia, reconoce el mal estado de las calles cantonales.
Tinoco atribuye la inacción de su departamento a factores como la falta de recursos y a problemas de tramitología.
“La red vial está fatal; se perdió mucho tiempo, no ha habido un impulso por parte de quienes deben hacerlo, ya sea la Administración o el Concejo. Yo solo soy una herramienta más, pero no puedo hacer magia”, dijo Tinoco.
En el municipio hay cerca de ¢276 millones de superávit que se deben usar. “Yo quiero que empecemos los trabajos fuertes en noviembre, porque, a veces, trabajar en tiempo de lluvias es botar el dinero. Ordené el pago de horas extras para los próximos meses , y que las vacaciones de los obreros sean trasladadas a otra fecha”, dijo Castañeda en alusión a la urgencia que quiere dar a las reparaciones.