La Asamblea Legislativa decidió ayer poner fin al polémico proyecto para crear un Fondo Nacional de la Ganadería Bovina (FONAGAN) al rechazarse, por unanimidad, esa iniciativa en la Comisión de Asuntos Agropecuarios.
A las 2:07 p.m., cuando el presidente de ese grupo -el liberacionista Luis Martínez- sometió a votación el plan, ni los cuatro liberacionistas ni los tres socialcristianos presentes en la sesión optaron por darle su apoyo.
La decisión de desechar el proyecto se adoptó sin mayores complicaciones, luego de 20 minutos de deliberaciones en la que las diferencias entre representantes de los bandos mayoritarios fueron rápidamente zanjadas.
La idea del FONAGAN fue desarrollada por la Federación de Cámaras de Ganaderos, pero remitida por el Poder Ejecutivo a la Asamblea Legislativa a finales del mes de agosto. Pretendía crear un fondo de ¢4.400 millones para financiar a ese sector durante los períodos de precios bajos en el mercado internacional.
La iniciativa desató una fuerte pugna política luego de que el precandidato rojiazul Luis Fishman acusó al excandidato presidencial Miguel Angel Rodríguez de influir para facilitar la votación del entonces plan de ajuste tributario y se cuestionó sobre la relación que podría existir entre esa votación y el envío de ese proyecto ganadero del Poder Ejecutivo al Congreso.
En esa oportunidad, Rodríguez rechazó tener algún interés particular en el proyecto; aseguró que no obtendría ningún beneficio personal por la iniciativa, aunque reconoció haber impulsado en otro momento el plan.
El final
A la 1:45 p.m., cuando los legisladores de la Comisión de Asuntos Agropecuarios comenzaron su sesión ordinaria, ya todo "estaba cocinado".
Martínez reconoció que, en los últimos días y horas, los miembros de esa instancia parlamentaria sostuvieron reiteradas pláticas que los condujeron a tomar esa decisión por consenso al estimarse que el plan tenía muchos defectos, especialmente por tratarse de un fondo financiado por recursos públicos, que podría ocasionar pérdidas similares o superiores a otros creados en el pasado para diversos grupos de productores.
"Hay que actuar con cautela con esto de los fondos públicos", resaltó el parlamentario del PUSC, Hernán Fournier, al justificar su voto negativo a la propuesta.
Los congresistas acordaron hacer una excitativa al Poder Ejecutivo para que elabore un nuevo proyecto que permita la reactivación del sector ganadero. Igualmente extendieron una invitación a los presidentes de las cámaras de Ganaderos y de Criadores para que comparezcan ante ese grupo y propongan opciones para mejorar las condiciones de ese sector.
"Me parece que es lamentable que se haya rechazado el FONAGAN sin que los diputados hayan tenido la elemental cortesía de haber escuchado la presentación del sector ganadero en defensa del proyecto. Además, quienes han escuchado las explicaciones no han entendido en realidad el plan de apoyo ganadero", alegó Alberto José Amador, presidente de la Federación de Cámaras de Ganaderos.
Colaboró en esta información el periodista Marvin Barquero.
La propuesta
El Fondo Nacional de la Ganadería Bovina (FONAGAN) fue un proyecto impulsado por la Federación de Cámaras de Ganaderos para disponer de $24 millones (¢4.400 millones, aproximadamente) para financiar a ese sector durante los períodos de precios bajos en el mercado internacional.
Los recursos, que tendrían que ser reintegrados por los ganaderos durante los lapsos de bonanza económica, se obtendrían de una emisión de bonos por ese monto y de la solicitud de un préstamo contratado localmente o en el extranjero.
La ayuda a los ganaderos sería canalizada a través de los bancos comerciales del Estado, con el cual FONAGAN tendría que suscribir contratos de administración o fideicomiso para el manejo de los recursos.