Ambicioso plan procura rescatar 2.500 kilómetros de vías de lastre

Consejo pretende adjudicar contratos de mantenimiento anual para este tipo de rutas

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Un total de 2.500 kilómetros de caminos de lastre serían rescatados, mediante una inversión de ¢100.000 millones.

El Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) asignará esa cantidad porque estima que muy pocas de las rutas de ese tipo están en óptimas condiciones. Se calcula que 1.650 kilómetros (el 66%) se encuentran en regular estado.

El Conavi pretende adjudicar contratos de mantenimiento anuales –similares a los que usa en las vías de asfalto– para asegurar la conservación de esos caminos.

La red nacional tiene 7.600 kilómetros. De estos, 5.000 kilómetros están pavimentados, según el Plan Nacional de Transportes 2011-2035.

En los próximos dos meses, el Conavi licitará 21 líneas de contratación para igual número de zonas del país, que tienen carreteras nacionales de lastre.

La inversión mínima sería de ¢80.000 millones y la máxima ¢100.000 millones. Las rutas nacionales de lastre o grava están, en su mayoría, en zonas rurales, sobre todo en Guanacaste.

La red cantonal, que está cargo de las municipalidades, atiende otros 32.000 kilómetros de carreteras. De estos, 27.000 kilómetros son de lastre.

Cambio. Cristian Vargas, director ejecutivo del Conavi, comentó que el sistema de adjudicar reparaciones en lastre, por separado, generó el deterioro de la red, pues esos procesos son muy lentos.

Según Vargas, concretar un solo proyecto de reparación de una carretera de lastre tarda entre ocho meses y un año.

Mediante los contratos anuales, una empresa podría intervenir, de inmediato, las calles de lastre sin ir de nuevo a procesos de licitación.

“Es más rentable hacerlo así, pues cuando se hacen contrataciones en lastre, lo que sucede es que aunque exista planificación, las obras se van atrasando, pues algunas son apeladas. Las que sufren son las rutas”, dijo Vargas.

Un informe del Laboratorio de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) de la Universidad de Costa Rica detectó ese problema el 2012. En esa ocasión, el Lanamme recomendó al Conavi mejorar la programación y priorización de la conservación de las rutas. Según el Laboratorio, no existe una metodología clara y detallada en los carteles de licitación.

Luis Guillermo Loría, coordinador del Programa de Infraestructura del Transporte (Pitra), ve con buenos ojos que se use la modalidad de los contratos anuales. Al mismo tiempo, sugirió ser estrictos con la supervisión.

“Esa red ha estado abandonada por años. Lo que se requiere es la inspección por parte del Estado, pues los trabajos que se han hecho fallan, porque no hay supervisión. No cumplen con los niveles mínimos que debe tener una carretera de lastre”, explicó Loría.

Loría sostuvo que el Conavi debe ser cuidadoso e incluir en los contratos obras de drenaje, pues aseguró que esa es la vida de los caminos de lastre.

José Chacón Laurito, viceministro de Obras Públicas, también aceptó el deterioro de la red de lastre. Coincidió con Vargas en que lo lento de los trámites atenta contra la vida útil de las vías.

“No la tenemos botada (la red); la atendemos con contratos específicos. Eso nos atrasa y no podemos dar una respuesta inmediata con el asfalto”, dijo Chacón .