Alianza opositora intenta reagruparse para dejarse la presidencia del Congreso

PUSC evita considerarse totalmente dentro de ese bloque opositor: jefe socialcristiano alega que siguen dolidos con el PLN por aprobación del impuesto a las sociedades

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Después de los fuertes choques y rupturas que han caracterizado a la alianza opositora en los últimos meses de trabajo en la Asamblea Legislativa, varias de las fracciones que habían integrado ese bloque intentan reagruparse para mantener el control del Directorio del Congreso y, en particular, la presidencia parlamentaria.

Sin embargo, las negociaciones no parecen tan fáciles, en un año que se anunciaba -desde hace varias semanas- sumamente complicado desde el punto de vista legislativo y electoral.

El primer paso lo ha dado la fracción del Partido Liberación Nacional (PLN), que el lunes tomó la decisión de no postular a ninguno de sus miembros al cargo que deja Antonio Álvarez Desanti y que optó por solicitarles a los partidos minoritarios que postulen ellos un nombre.

Este miércoles, por la mañana, se hizo la primera reunión de esas fracciones parlamentarias, para tomar una decisión ante la solicitud liberacionista.

Pero esa petición del PLN conlleva una condición que, a cristianos y libertarios no les gusta: exigieron los verdiblancos que el candidato a presidir el Directorio no sea un aspirante a la Presidencia de la República para las elecciones del domingo 4 de febrero del 2018.

Los partidos que se consideran minoritarios, de las nueve banderas políticas representadas en el Congreso, son el Movimiento Libertario (tiene tres miembros), Renovación Costarricense (dos curules) y las agrupaciones unipersonales Restauración Nacional, Accesibilidad Sin Exclusión (PASE) y Alianza Demócrata Cristiana (ADC).

Gonzalo Ramírez, de Renovación y actual primer secretario del Directorio, comentó que van a preguntarle a Liberación por qué razón los condiciona a que postulen un diputado que no tenga aspiraciones presidenciales. Afirmó que hay buenos candidatos para liderar el plenario, como Mario Redondo, de ADC y quien ya fue presidente del Congreso en el 2003, y la libertaria Natalia Díaz.

"Quedamos en preguntarle a Liberación el porqué de esa condición, si nosotros nunca pusimos una restricción, por qué ellos sí están poniendo una, más que una restricción por qué esa condición", comentó Ramírez.

Según el liberacionista Juan Marín, no se trata de una condición, sino que designar un presidente parlamentario que sea candidato para el 2018 llevaría al plenario a una "guerra" y generaría "un incendio" entre las otras fracciones, particularmente entre Acción Ciudadana y el Frente Amplio.

"Si ponemos un candidato presidencial o ellos designan un candidato presidencial, lo que nos vamos a traer es un problema para la Asamblea. El señorío de la Asamblea y el respeto que se merece esta Asamblea no lo podemos mezclar con campaña política", aseguró Marín.

Él insistió en que de la tienda verdiblanca no va a salir ningún aspirante al cargo que hoy tiene Álvarez Desanti, porque "no es conveniente para Liberación Nacional ocupar la presidencia de la Asamblea". Añadió que "esa es una decisión madura del PLN".

Pero tan endeble está la recuperación de una alianza que estaba herida de muerte desde noviembre, como la posibilidad de que entre los minoritarios escojan un candidato en común.

Aunque en Liberación aseguran que Mario Redondo desiste por su condición de candidato presidencial, Gonzalo Ramírez lo niega y lo ve como una figura seria y potable.

Además, en la reunión de los partidos pequeños, Óscar López aseguró que mantendrá su aspiración de ser presidente legislativo hasta el propio día de la elección.

Por su parte, el Movimiento Libertario también tiene su ficha, en el actual vicepresidente legislativo, José Alberto Alfaro, quien sustituyó a Álvarez Desanti mientras este libraba la lucha por la candidatura liberacionista, durante casi tres meses.

"Óscar López nos dijo que no va a claudicar en su postulación. Nosotros lo que dijimos es que vamos a reorganizarnos en el bloque cristiano, para ver cómo vamos a accionar. Bloque cristiano estamos hablando de Abelino Esquivel (de Renovación), Fabricio Alvarado (de Restauración), Mario (Redondo) y su servidor", explicó Gonzalo Ramírez.

El diputado cristiano añadió que ese bloque de cuatro sí pretende reagruparse, porque considera que, si están juntos, tienen "un valor especial", pero añadió que las conversaciones seguirán aumentando de intensidad, hasta el fin de semana antes del lunes 1.º de mayo.

PUSC se pregunta: ¿cuál alianza?

Mientras que Juan Marín trata de presentar una alianza saludable, fuerte y "con más votos que en años anteriores", la opinión del jefe del Partido Unidad Social Cristiano (PUSC), Gerardo Vargas Rojas, no ve tan clara esa unión de agrupaciones.

Vargas se resistió a responder sobre su propia aspiración por la presidencia legislativa que, pese a no ser oficial, ya es vox populi entre los congresistas.

La Unidad ya presidió el Directorio el segundo año, de la mano de Rafael Ortiz, y no está participando en las conversaciones con tantas ganas como el PLN.

"Nosotros nos sentimos dolidos con el tema del impuesto a las personas jurídicas (aprobado gracias al apoyo del PAC, el Frente Amplio y, principalmente, el PLN), pero tenemos que hacer una valoración general (del acuerdo de la alianza opositora de mayo del 2016), ver qué se cumpió y qué no, cuál es la tarea pendiente, en ese proceso estamos. Igual es muy respetable la postulación de Ottón Solís en el PAC", comentó Vargas Rojas.

Al otro lado, Marín insiste en decir que la alianza opositora nunca se debilitó, pero al recordar los choques entre Unidad y Liberación de noviembre del año pasado, matiza su opinión para alegar: "Bueno, era un tema de agenda. La Alianza está más fortalecida hoy, tiene más votos que los que tenía en la elección pasada (...), pero depende de que ellos (cristianos y libertarios) tomen la decisión".

Gonzalo Ramírez considera que sí es necesario reagrupar el bloque opositor, porque cree que logran más que estando separados: "Lo hemos comprobado en los dos años anteriores, que hemos logrado la finalidad más alta, estar en las comisiones desde las que consideramos que podemos aportar mucho".

Por el momento, aparte de la candidatura de López, que no tiene más apoyo que el suyo propio, y de la postulación que el PAC hizo de Ottón Solís, con todo y el diputado Víctor Morales Zapata, no hay más candidatos a presidir el Directorio legislativo.

La elección de los seis puestos del Directorio (tres propietarios y tres suplentes) se realizará, como todos los años, el lunes 1.º de mayo, a partir de las 9 a. m.

Para dejarse un puesto dentro de ese órgano, un diputado debe obtener los votos favorables de la mitad más uno de los legisladores presentes al momento de la elección. Eso significa que, si al iniciar la votación, están los 57 parlamentarios, se necesitan 29 votos para ganar el puesto.

También es posible ganar si, al llegar a una tercera elección entre los dos candidatos más votados, uno de ellos tiene la mayoría de votos y suma los votos en blanco y nulos que haya, como fue el caso de Antonio Álvarez Desanti, en mayo del 2016.