Quetta, Pakistán AP Un atacante suicida mató a por lo menos a 42 personas, después de que el vehículo que conducía con explosivos lo estrelló contra un autobús ayer en Pakistán.
El accidente se produjo en el distrito de Mastung, a 30 kilómetros en Quetta – la capital de la provincia de Baluchistán– en Pakistán.
El bus transportaba a un grupo de peregrinos chiitas, informó un funcionario, que habló en condición de anonimato.
Tufail Ahmed, un político local, dijo que otras 25 personas resultaron lesionadas y muchos de ellos se hallaban en condición delicada en centros médicos.
La explosión también dañó otro autobús de chiitas que estaba cerca del primero que explotó.
Ahmed detalló que uno de los vehículos quedó completamente destruido como consecuencia de la explosión, mientras que el otro resultó “parcialmente” dañado.
Un testigo, quien viajaba en el segundo autobús y que declinó identificarse, expresó que unos 40 peregrinos se dirigían hacia Irán, el principal país chiita del mundo, fronterizo con la violenta provincia de Baluchistán, donde hay con frecuencia ataques contra la minoría chiita, atentados de los talibanes y una insurrección local.
Los chiitas representan casi el 20% de los 190 millones de pakistaníes. Durante mucho tiempo han sido objeto de ataques por parte de extremistas sunitas y la campaña sectaria ha empeorado.
La organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch manifestó que este año han muerto al menos 300 chiitas en Pakistán.
Más víctimas. También el domingo, las autoridades encontraron los cadáveres de 21 policías tribales que habrían sido secuestrados por presuntos talibanes en Peshawar, la caótica región tribal del noroeste del país.
Desde el jueves, 23 oficiales habían desaparecido; dos de ellos están gravemente heridos.
Pakistán resintió en el año que termina un incremento en los homicidios violentos atribuidos a sunitas radicales que consideran herejes a los chiitas. La violencia ha sido peor en la provincia de Baluchistán, donde ocurrió el atentado al autobús.
También el domingo se informó que dos soldados fallecieron por una bomba colocada en un camino en la zona tribal de Waziristán del Norte, bastión de extremistas del Talibán y al-Qaeda.
Los ataques con bomba y los ataques contra la policía son frecuentes en Baluchistán.