Argel. EFE. Fuerzas policiales y miles de guardas comunales, que protestaban ante la Asamblea General por un plan que prevé su reorganización, se enfrentaron ayer en el centro de Argel.
Los policías detuvieron al menos a tres representantes de los guardias comunales e intentaron empujar a los concentrados con sus escudos, tras lo que estos arrojaron botellas y tacos de madera sobre los antidisturbios.
Las fuerzas policiales intentaron dispersar la concentración, pero los guardias comunales persistieron en su intención de mantener la protesta.
Una delegación de los manifestantes fue recibida por el presidente de la Asamblea, Abdelaziz Ziari, quien les transmitió que sus reivindicaciones eran legítimas y que se las había trasladado al presidente argelino, Abdelaziz Buteflika.
Las autoridades instaron a los concentrados a evacuar la avenida, pero estos rechazaron dejar el lugar mientras no se produzca una señal de la presidencia de la República de que se atienden sus reivindicaciones, según clamaron los manifestantes.
Entre 6.000 y 7.000 agentes de la Guardia Comunal, cuerpo de seguridad dependiente del Ministerio de Interior, procedentes de todas las provincias del país, permanecen concentrados desde ayer en la mañana ante la sede parlamentaria, en una protesta inhabitual en Argel, donde las manifestaciones son impedidas normalmente por la Policía.