Violencia contra EE. UU. en Oriente Medio llega a campaña

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Washington. AFP. La ola de violencia contra Estados Unidos en el mundo musulmán, aporta un elemento potencialmente peligroso tanto para el presidente Barack Obama como para su rival republicano, Mitt Romney, de cara a las elecciones.

El mandatario condenó rápidamente los hechos violentos ocurridos el martes, que le costaron la vida al embajador Christopher Stevens, y prometió que los autores de este “escandaloso” ataque no quedarían impunes.

Antes, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, manifestó comprender que se preguntara cómo una tragedia podría ocurrir “en un país que EE. UU. ayudó a liberar, en una ciudad que salvó de la destrucción”.

Después de dudar sobre intervenir en las revueltas de la Primavera Árabe, a principios de 2011, Estados Unidos decidió apoyar la salida de hombres en el poder desde hacía más de 30 años, especialmente en Egipto y en Libia.

“Para el presidente Obama, el riesgo es evidente: (el ataque) puede socavar el argumento de su buen historial en política exterior” en estos dos países emblemáticos, señala, Julian Zelizer, profesor de historia de la Universidad de Princeton.

Aprovechado. A menos de dos meses de las elecciones presidenciales, el candidato republicano intenta explotar las vulnerabilidades de Obama y lo acusa regularmente de haber “abandonado” a Israel ante la amenaza nuclear iraní .

Ayer, Romney volvió a la carga al estimar que la administración de Obama envió “signos ambiguos” tras del ataque a la embajada en El Cairo. Ya el martes, el republicano calificó de “vergonzosa” la reacción oficial por los ataques contra las misiones diplomáticas estadounidenses en Egipto y en Libia, antes de que la noticia de la muerte del embajador se conociera.

El equipo de campaña de Obama rápidamente respondió por medio de su portavoz, Ben LaBolt, quien acusó a Romney de lanzar “ataques políticos” el día de una tragedia, respuesta que tuvo eco en medios de prensa y que alimentaron las acusaciones de principiante sobre el republicano.

“Puede ser que el deber de un candidato de oposición sea criticar o cuestionar (a la actual administración), pero no a costa de los intereses estratégicos de Estados Unidos”, señaló Anthony Cordesman, experto geopolítico del grupo CSIS de Washington.

Para Zeliser, “Romney debe ser extremadamente prudente y no hacer cosas que puedan dar la idea de alguien que no sabe lo que sucede”.

Aunque ya se le atribuye una ventaja de cinco o seis puntos porcentuales en las intenciones de voto sobre Romney, Obama dispone de una clara ventaja en temas como política exterior.