La Habana. AP y EFE. La inédita Conferencia Nacional del Partido Comunista sirvió como escenario para consolidar el modelo unipartidista imperante en Cuba.
Raúl Castro enfatizó en las bondades de tener un partido único y tildó de “ilusos” a quienes esperaban reformas políticas o una segunda etapa de los cambios económicos que iniciaron en el 2010.
“Renunciar al principio de un solo partido equivaldría a legalizar a los partidos del imperialismo en suelo patrio”, dijo el presidente en su discurso de cierre del cónclave.
Entre los cambios, Castro ratificó la decisión de limitar a diez años consecutivos el mandato de los cargos políticos y estatales.
“Una vez definida y acordada la política por las instancias pertinentes, podremos iniciar su aplicación paulatina sin esperar por la reforma constitucional”, añadió.
La limitación de mandatos políticos y estatales a un máximo de dos periodos consecutivos de cinco años, fue la principal medida que el líder comunista anunció en el VI Congreso del PC, celebrado en abril del 2011, y se incluyó como uno de los temas por tratar en la conferencia del pasado fin de semana.
En su discurso, Castro evitó precisar cuándo entrará en vigor el cambio y solo señaló que se implementará en la medida en que se avance en la definición de todos los ajustes legales que conlleva su plan para “actualizar” el modelo socialista en su país.
El tema es sensible pues hay una evidente falta de nombres que suenen como sucesores de la generación histórica de la revolución. Esta carencia suele ser remarcada por los observadores.
El gobernante cubano también enfatizó en su política anticorrupción y aseguró que combatirá con mano dura ese flagelo.