París. AFP. La ultraderecha francesa buscará mañana, en la segunda vuelta de las elecciones cantonales, confirmar su progresión en el terreno, lo que ha puesto en dificultades a la derecha dirigida por Nicolás Sarkozy a menos de un año de la presidencial de 2012.
Aunque son elecciones locales en las que vota la mitad del electorado –21 millones de personas, de los que en la primera vuelta, el domingo pasado, se abstuvieron más del 55%–, la Unión para un Movimiento Popular (UMP, derecha) que llevó a Sarkozy a la presidencia en 2007 obtuvo el 17% de los votos, lejos del 25% que logró el opositor Partido Socialista (PS).
Estos comicios renuevan a 2.026 consejeros generales, la mitad de los representantes de los cantones que conforman los 100 departamentos franceses.
El Frente Nacional (FN), liderado por Marine Le Pen, hija y heredera política de Jean Marie Le Pen, cuyo partido nunca tuvo consejeros generales, obtuvo más del 15% y pasó a segunda vuelta en 394 cantones. En más de 200 se medirá al PS y en 89 a la UMP, de Sarkozy.
El avance del Frente Nacional –que podría obtener un puñado de cantones– quedó en evidencia semanas atrás cuando tres encuestas colocaron a su candidata a la presidencia como finalista de la primera vuelta de las presidenciales del año próximo con más del 20% de la intención de voto.
Marine Le Pen aspira a convertir al FN en el “segundo partido de Francia” en lugar de la UMP, capaz de disputar la presidencia a la izquierda en 2012.