Sevare, Malí. AFP y AP. Los soldados franceses y malienses entraron ayer en la mítica ciudad de Tombuctú , en el norte de Malí, donde fueron aclamados por los habitantes, luego de meses de ocupación por los islamistas armados que al replegarse quemaron una biblioteca con manuscritos centenarios de un gran valor.
El presidente francés, François Hollande, reacciónó rápidamente a la toma de la ciudad, afirmando que se estaba “ganando la batalla” en Malí .
Tombuctú, ciudad faro del islam en el África subsahariana e inscrita en la lista del patrimonio de la Unesco, estaba en poder de los yihaidistas desde hacía casi siete meses. Al paso de las tropas, los habitantes agitaban banderas malienses y francesas.
Tombuctú cayó al cabo de una maniobra conjunta aérea y terrestre, que incluyó el lanzamiento de paracaidistas, dijo, en París, el portavoz del Estado Mayor Conjunto, Thierry Burkhard. “No encontramos ninguna resistencia. No hay ningún problema de seguridad en la ciudad”, dijo un oficial superior del Ejército maliense.
Páginas destruidas. Sin embargo, los testimonios se multiplicaban sobre la destrucción de manuscritos en Tombuctú.
Esta ciudad al borde del Sahara, que fue un gran centro intelectual del islam y una ciudad próspera, etapa para las caravanas, cayó en junio del 2012 en manos de los grupos armados radicales, que la desfiguraron y acabaron con venerados santuarios musulmanes en nombre de una concepción rigurosa de la charía, la ley islámica.
Tombuctú, convertida en la capital intelectual y espiritual del islam en África en los siglos XV y XVI, es célebre por sus miles de manuscritos, algunos de los cuales datan de la era preislámica.
La operación para controlar Tombuctú llega dos días después de la ofensiva relámpago sobre Gao. Ahora, las miradas se focalizan en Kidal, la tercera ciudad importante del norte de Malí y bastión de los islamistas de Ansar Dine (Defensores del Islam).
La ofensiva militar contra los islamistas, dirigida por los franceses, comenzó hace 17 días.
La intervención francesa tiene como objetivo combatir a los extremistas islámicos que pretenden instaurar un régimen teocrático en el país africano.