Testigo achaca trastorno a joven acusado de ayudar a WikiLeaks

Exsupervisora afirma que imputado llegó a golpearla sin provocación alguna

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Washington. EFE. La testigo Jihrleah Showman, antigua supervisora de Bradley Manning, declaró ayer que había advertido a sus superiores de problemas mentales del soldado en el juicio preliminar que se le sigue al militar por su supuesta filtración de documentos secretos a WikiLeaks.

En la audiencia en la base militar de Fort Meade (Maryland) Showman indicó que había dicho que Manning “era una amenaza, no debería manejar información clasificada”. En su opinión, tampoco era apto para haber sido enviado a Irak.

Showman indicó que Manning mostraba un alto nivel de paranoia y pensaba que otros soldados escuchaban sus conversaciones y se fijaban mucho en él, pero temía que si pedía ayuda especializada sería apartado del Ejército.

Violencia. Ante un Manning impasible, que no perdió la compostura y que a diferencia del día anterior mostró una actitud ausente en la sesión de ayer, Showman denunció cómo en un momento dado, y sin que mediara provocación de ningún tipo, el soldado le pegó un puñetazo mientras le gritaba: “Estoy harto de esto; estoy harto de esto”.

En otro incidente, cuando le reprendieron por falta de disciplina, el soldado empezó a gritar “como loco”. Fue entonces cuando Showman acudió a su superior inmediato, el sargento Paul Adkins, para advertir del estado mental de su subordinado y recomendar que se le hiciera un examen psicológico.

Adkins, quien ha rechazado previamente declarar ante este tribunal, no hizo nada, según el testimonio de la militar, quien indicó desconocer si el sargento llegó a referir sus recomendaciones a instancias más altas.

En la misma sesión, el tribunal escuchó también el testimonio de Peter Bigelow, quien fue supervisor de Manning en Irak y hasta la detención del soldado.

Bigelow, quien habló desde Italia, confirmó que su computadora personal carecía de contraseña, por lo que era accesible a cualquiera persona.

Manning, quien cumplió 24 años el sábado, fue detenido tras ser acusado por el pirata informático Adrian Lamo de ser el informante de WikiLeaks y quien proporcionó centenares de miles de documentos clasificados sobre la guerra en Irak y Afganistán que esa organización hizo públicos.

Manning estuvo recluido en la Base del Cuerpo de Infantería de Marina en Quantico (Virginia).

El objetivo de esta fase del proceso es determinar si Manning debe ser juzgado por la jurisdicción ordinaria o someterse a un consejo de guerra por delitos graves, como “alta traición”, que pueden acarrearle la pena de muerte.