Barcelona. AFP y EFE. El apoyo a la independencia supuso el 80,7% de los votos emitidos en la simbólica consulta celebrada ayer en Cataluña , pese al veto impuesto por Madrid, según los datos provisionales dados por el gobierno regional con el 88,44% de las mesas escrutadas, al cierre de edición de este diario.
De los 2 millones de votos, 1,6 millones se decantaron por el doble ‘sí’ a la pregunta “¿quiere que Cataluña sea un Estado? En caso afirmativo, ¿quiere que este Estado sea independiente?”, aseguró la vicepresidenta del ejecutivo, Joana Ortega.
Del resto, un 10,1% optó por el “sí-no” (206.599) y un 4,55% solo por el “no” (92.929). Estos resultados se explican por el boicot de los contrarios a la independencia a esta votación, que consideraron ilegal.
Por ello, la mayoría de los ciudadanos que se acercaron a los colegios electorales eran militantes de la causa independentista, que desde hace varios años reclaman poder decidir si esta región de 7,5 millones de habitantes debería separarse del resto de España.
Alrededor de 5,4 millones de catalanes podían participar en esta consulta abierta a los mayores de 16 años y algunos extranjeros. Además, los catalanes que residen en el extranjero podían sufragar en algunos centros de votación instalados en ciudades como Nueva York, Sídney, México o Buenos Aires.
El gobierno regional de Artur Mas llevó a cabo el escrutinio a pesar de las dos suspensiones decretadas por el Tribunal Constitucional a instancias del ejecutivo español de Mariano Rajoy, que entiende que todos los españoles deberían pronunciarse sobre una eventual independencia de Cataluña.
Comicios inéditos. En una jornada que se desarrolló con normalidad en la participación, los jueces de guardia de varios municipios decidieron suspender la retirada de urnas en los locales públicos, como pedían algunos partidos contra este proceso participativo.
La jornada fue incomparable a cualquier otra votación registrada en Cataluña puesto que algunos líderes políticos independentistas presidieron mesas, en los colegios se exhibió simbología política, se registraron votos fuera de horario de cierre, no había censo previo y los medios informaban desde los puntos de votación, incluso durante el recuento.
Además, aunque en las papeletas de votación se preguntaba a los ciudadanos sobre una doble pregunta, los ciudadanos podían aportar otras propuestas.
Llamado. Por su parte, el presidente regional de Cataluña , Artur Mas, calificó la votación simbólica como “un éxito total”.
“Que nadie lo olvide, especialmente el Gobierno español, Cataluña una vez más ha demostrado que quiere gobernarse a ella misma”, manifestó en una comparecencia en Barcelona.
Además, pidió “al mundo” interceder ante Madrid por la causa de Cataluña, convenciendo a las instituciones españolas de aceptar la organización de un verdadero referendo sobre la independencia de la región.
De manera muy diferente se entendió la jornada en Madrid, donde el ministro de Justicia, Rafael Catalá, en nombre del Gobierno español, la definió como “propaganda política organizada por fuerzas partidarias de la independencia y carente de cualquier tipo de validez democrática”.