Moscú. EFE, AFP y AP. La política exterior agresiva que desarrolla el Kremlin es necesaria para la supervivencia de Rusia, que se enfrenta con una ofensiva de Occidente que trata de hundirla a cualquier precio, afirmó ayer el presidente, Vladimir Putin.
Durante el discurso anual sobre el estado de la nación, pronunciado en el Gran Palacio del Kremlin, Putin defendió la anexión de la península de Crimea – en marzo– y la describió como “nuestro Monte del Templo”, en alusión al sitio sagrado para los judíos en Jerusalén.
En momentos en que el país más grande del mundo afronta la inminencia de una recesión , anunció reformas para liberalizar la economía.
El mensaje estuvo cargado de fuertes manifestaciones sobre la soberanía y el supuesto acoso que enfrenta Rusia por parte de Occidente, sobre todo por su papel en la crisis política y militar de la vecina Ucrania.
“ Si para muchos países europeos la soberanía y el orgullo nacional son conceptos olvidados y de lujo, para la Federación Rusa la verdadera soberanía es una condición absolutamente necesaria de su existencia”.
Putin reconoció que las sanciones a su país son “perjudiciales”, mas se mostró convencido de que, inclusive sin la anexión de Crimea y la crisis ucraniana, Occidente “habría encontrado otro pretexto” para imponerlas.
Sin embargo, afirmó, Rusia no quiere romper los vínculos con los países occidentales.
“Pero, al mismo tiempo, restableceremos y ampliaremos nuestros vínculos tradicionales con el continente suramericano, y seguiremos cooperando con África y con los países de Oriente Medio”, agregó el presidente.
Economía enferma. En otro ángulo de su discurso, el jefe de Estado anunció medidas para enfrentar la crisis económica, en momentos en que la inflación va en aumento y el rublo ha llegado a los niveles más bajos desde finales de los años 90 .
Las iniciativas también pretenden encarar la fuga de capitales, que en este año ha llegado a $125.000 millones.
En particular prometió una amnistía para los rusos que repatrien capitales, a quienes “no se les preguntará de dónde viene el dinero ni cómo fue ganado”.
Propuso medidas para sostener el rublo y las empresas, en especial una moratoria fiscal de dos años para las pequeñas empresas creadas recientemente.
Para defender el rublo, que perdió una cuarta parte de su valor y hace temer un movimiento de pánico de los ahorristas, Putin exigió “medidas severas para que a los especuladores se les vaya la gana de jugar con las fluctuaciones” de la moneda.
Además, Vladimir Putin puntualizó que era “importante mantener una situación macroeconómica estable y tener a mediano plazo una inflación de hasta el 4%, pero sin limitar la actividad empresarial”.