Viaje de Europa a Asia en un tren... debajo del agua

Servicio ferroviario pretende aliviar el embotellamientos de tráfico en Estambul

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Estambul. AP, AFP. Turquía conectó por primera vez Europa y Asia a través de un túnel ferroviario submarino para cumplir el sueño de un sultán otomano de hace siglo y medio. El proyecto tiene un costo de 3.000 millones de euros.

El túnel Marmaray, inaugurado el martes, tiene una longitud de 1,4 kilómetros por debajo del estrecho de Bósforo , que conecta el mar Negro con el mar de Mármara y divide Estambul entre Asia y Europa.

Funcionarios turcos dijeron que a más de 55 metros bajo el lecho marino será el túnel de ferrocarril más profundo del mundo.

El proyecto no estará operativo al 100% inmediatamente. Aún se necesitarán varios años para que esté totalmente concluido.

La obra es una de varios grandes proyectos de infraestructura del gobierno del primer ministro Tayyip Erdogan que han ayudado a impulsar la economía, pero también han provocado protestas.

“Pido a Dios que el Marmaray que inauguramos sea un beneficio para nuestra Estambul, nuestro país, toda la humanidad” , dijo Erdogan en la ceremonia inaugural.

Esta coincidió con el 90. º aniversario de la República turca, fundada por Mustafá Kemal Atatürk .

Las autoridades esperan que transporte a 1,5 millones de pasajeros diariamente y alivie parte de los embotellamientos crónicos de tránsito de esa histórica ciudad.

Añejo anhelo. La idea de construir un túnel bajo el estrecho del Bósforo la planteó primera vez en 1860 el un sultán otomano Abdulmedjid. Sin embargo, por razones técnicas y falta de fondos, hasta ahora no se había materializado.

En los años 1990 el proyecto volvió a ser relanzado, dada la explosión demográfica de Estambul, cuya población se ha duplicado desde 1998 y supera ya los 15 millones de habitantes.

Con el apoyo financiero del Banco de Japón para la Cooperación Internacional (735 millones de euros) y del Banco Europeo de Inversiones (BEI), la construcción del túnel pudo comenzar en el 2004, gracias a la integración de un consorcio entre Japón y Turquía.

La obra, que debía durar cuatro años, estuvo interrumpida durante mucho tiempo por el hallazgo de tesoros arqueológicos.

El túnel, un doble tubo sumergido bajo el lecho del Bósforo está concebido para resistir a terremotos de hasta 9 grados de magnitud en esta región que registra gran actividad sísmica.

Las autoridades esperan que la obra, que estará conectada a 75 kilómetros de vías de tren nuevas, ponga fin al calvario que viven más de 2 millones de estambuliotas que cada día atraviesan el Bósforo por dos puentes que se hallan siempre congestionados.

El túnel es uno de los proyectos a gran escala de Erdogan, que incluyen otro separado debajo del estrecho del Bósforo para autos de pasajeros, un tercer puente sobre el Bósforo, el mayor aeropuerto del mundo y un enorme canal.

Los proyectos han provocado acusaciones de que el gobierno adelanta planes que cambian significativamente la ciudad sin consultar a los habitantes.