Turquía entra en periodo de inestabilidad política

Partido del presidente tendrá que formar alianzas para gobernar

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Estambul. AFP. Turquía entró el lunes en un periodo de inestabilidad, tras el revés que se llevó en las legislativas del domingo el partido del presidente islamista conservador Recep Tayip Erdogan, que provocó la caída de la lira turca y de la bolsa.

En unos comicios que Erdogan había transformado en plebiscito en torno a su liderazgo, su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) perdió la mayoría absoluta que mantenía desde hacía 13 años en el Parlamento, lo que por primera vez lo obligará a formar una coalición o a gobernar en minoría.

Desde de la mañana del lunes, los mercados respondieron a la inestabilidad política, inédita desde el 2002.

El principal índice de la bolsa de Estambul cerró con una pérdida del 5%. La moneda nacional, la lira, perdió 3,5% respecto al billete verde, a 2,76 por un dólar, y 4% con respecto a la divisa europea, a 3,10 por un euro.

Y ello pese a que el Banco Central intervino rápido, rebajando sus tasas a los depósitos de divisas a corto plazo.

En una declaración escrita, Erdogan instó a los partidos políticos a actuar con “responsabilidad”, para “preservar el clima de estabilidad y de confianza”.

El jefe del Estado abogó además por un gobierno de coalición, ya que los resultados no dieron a ningún partido la capacidad de formar un gobierno por sí solo.

De acuerdo con medios locales, Erdogan se entrevistará el martes sobre la situación política con el jefe del AKP y del Gobierno, Ahmet Davutoglu, al que encargará formalmente la creación del nuevo Ejecutivo.

Gran pérdida. Aunque, según los resultados oficiales, el AKP quedó como fuerza más votada, con el 40,8% de los votos, su resultado acusó una baja de casi diez puntos respecto a los anteriores comicios, cuando obtuvo el 49,9% de los votos.

Víctima de la desaceleración de la economía y del giro autoritario del que se acusa a Erdogan , su partido obtuvo 258 de los 550 escaños, muy por debajo de la mayoría absoluta (276 diputados).

El “artífice” de la caída del partido en el poder es la formación kurda HDP (Partido Democrático del Pueblo), que superó la barrera del 10% para entrar en el Parlamento. El movimiento, dirigido por Selahattin Demirtas, recabó el 13,1% de los votos y obtuvo 80 diputados.

Las otras dos principales formaciones, el Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata) y el Partido de Acción Nacionalista (MHP, de derechas), obtuvieron el 25% y el 16,3% de los votos, que les dieron 133 y 80 escaños respectivamente.

La nueva cámara contará además con 96 diputados, frente a las 79 de la asamblea saliente, lo que supone todo un récord.

Según Deniz Ciçek, analista en el Finansbank, “los resultados darán lugar a intensas conversaciones y negociaciones políticas que durarán semanas”.

Estos resultados contrarían en mucho las ambiciones de Erdogan de perpetuarse en el poder. “Los turcos le han dicho que no les gusta su poder personal”, resumió ayer el diario Hürriyet .

Aunque los tres partidos de la oposición disponen de la mayoría necesaria para formar una coalición y desbancar al AKP, el primer ministro, Ahmet Davutoglu, descartó esta hipótesis, decidido a mantenerse en el poder.

“Esta elección demuestra una vez más que el AKP es la columna vertebral del país”, declaró Davutoglu ante sus simpatizantes. “Tenemos todavía días muy bellos por delante”, aseguró.

Queda la posibilidad de una coalición del partido en el poder con otra de las tres formaciones. En el caso de que las negociaciones no den resultados en los próximos 45 días, Erdogan podría disolver el Parlamento y convocar a nuevas elecciones.