Riga, Letonia. AFP. Al menos 51 personas murieron y unas cinco continuaban atrapadas bajo los escombros, tras derrumbarse el jueves el techo de un supermercado en un suburbio de Riga, capital letona, informaron la Policía y el alcalde.
“El número de muertos pasó a 51”, declaró Toms Sadovskis, un portavoz de la Policía Nacional.
“Según las últimas informaciones, cinco personas se encuentran aún bajo los escombros”, escribió, en Twitter, el alcalde de la capital letona, Nils Usakovs.
“Esperamos que todavía haya sobrevivientes, pero, 24 horas después, las probabilidades no son muy altas”, comentó.
Entre las víctimas figuran tres bomberos que perdieron la vida en un nuevo desmoronamiento durante la operación de rescate.
Se trata de una de las peores catástrofes ocurridas en Letonia desde que esta exrepública soviética recuperó la independencia en 1991.
Una portavoz del Ministerio de la Salud, Egita Pole, declaró que los heridos tenían fracturas complejas, heridas en la cabeza y lesiones internas.
Las autoridades indicaron que muchos cadáveres aún no habían sido identificados y pidieron ayuda a todos aquellos que no han recibido noticias de uno de sus allegados y piensan que podría haberse encontrado en el supermercado, indicó la Policía en un comunicado.
Decenas de personas, amigos y familiares de las víctimas se reunieron cerca de las carpas de los socorristas, mientras que bolsas contenían los cuerpos que eran sacados de los escombros.
Atrapados por techo. El derrumbe se produjo el jueves al anochecer, cuando había numerosos clientes en el centro comercial Maxima.
Según las imágenes de la televisión, el techo se desmoronó sobre una superficie de aproximadamente 500 m² en dos pisos. El segundo piso se desplomó sobre los primeros equipos de rescate que llegaron.
Unos 200 socorristas, apoyados por militares, registraron los escombros durante toda la noche.
Poco después de medianoche, dos personas salieron sanas y salvas de los escombros, lo que aumentó la esperanza de encontrar a otros supervivientes.
“Seguimos trabajando al máximo de nuestra capacidad, pero la situación sigue siendo muy peligrosa en el edificio que se derrumbó”, afirmó ayer el jefe de los equipos de socorro, Oskars Abolins.
La Policía comenzó una investigación para tratar de determinar las causas de la tragedia, anunció el primer ministro, Valdis Dombrovskis, quien aseguró que el “Estado hará todo lo necesario para ayudar a los heridos”.
El centro comercial, explotado por el minorista Maxima Letonia, el segundo del país, fue construido en el 2011 y había sido seleccionado para un premio de arquitectura.
Se realizaban obras en el techo de este centro comercial para transformarlo en jardín suspendido, según un responsable local de la Alcaldía, Juris Radzevics.