Socialistas de España presentan proyecto de gobierno a un Parlamento hostil

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Madrid

El líder socialista español, Pedro Sánchez, presentó este martes su programa de gobierno al Parlamento, buscando una investidura como jefe del ejecutivo, que tiene muy díficil lograr en un Congreso hostil por izquierda y derecha.

"Hoy en esta Cámara, hay una amplia mayoría que defiende, desde diferentes sensibilidades, un cambio de Gobierno, un cambio de las políticas que se han impuesto y un cambio en las formas de Gobernar", dijo Sánchez, de 44 años, ante los diputados.

El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), un desconocido hace apenas dos años, desgranó un programa destinado a revertir "políticas tan crueles como ineficaces", llevadas a cabo por la derecha desde 2011, "siempre bajo la bandera de la austeridad", en un país traumatizado por cinco años de crisis.

LEA: PSOE y Ciudadanos firman pacto de gobierno en España

"¿Por qué no poner esto en marcha la próxima semana mismo?", lanzó el líder socialista, tras detallar medidas de lucha contra el desempleo (20,5%), la desigualdad, la corrupción o la mejora del mercado laboral, tras la dura reforma de 2012, que prácticamente liberalizó los despidos para los nuevos trabajadores.

"Pongamos en marcha el cambio que esperan millones de españoles", pidió Sánchez, en el primer día del debate de investidura que se cerrará el miércoles con la votación.

Este debate es el primer paso para tratar de superar el bloqueo político en España, generado por los comicios de 20 de diciembre que dejaron un Parlamento con cuatro grandes formaciones, pero ninguna con fuerza suficiente para gobernar en solitario.

El Rey propuso a Sánchez intentar formar gobierno, después que el jefe del ejecutivo saliente, el conservador Mariano Rajoy, declinara el ofrecimiento por falta de apoyos, pese a haber sido la fuerza más votada.

Sánchez pidió el apoyo para un gobierno, que afirmó se basará en el diálogo después que los españoles pidieran en las urnas "un período de cambio de la vida política basado en el entendimiento entre diferentes partidos y distintas ideologías".

Si Sánchez no logra la mayoría absoluta en el debate del miércoles (176 votos), se iría a una segunda votación 48 horas más tarde en la que solo sería necesaria la mayoría simple (más votos a favor que en contra, descontando ausencias y abstenciones).

En caso de un nuevo fracaso, se abre un plazo de dos meses al término del cual si nadie ha logrado ser investido, se convocarían automáticamente nuevas elecciones.

Sánchez solo cuenta con 131 diputados de 350, procedentes de sus propias filas socialistas, uno del pequeño partido regionalista Coalición Canaria y 40 de Ciudadanos, con el que llegó a un acuerdo la pasada semana.

Este pacto hizo saltar sus negociaciones con las fuerzas de la izquierda, principalmente Podemos (65 diputados), que lo consideró demasiado liberal en sus medidas económicas y sociales.

"Quienes realmente han conseguido una amplísima mayoría parlamentaria son las fuerzas del cambio", en las que también incluye a Ciudadanos, dijo Pedro Sanchez, tratando de convencer a la izquierda radical de apoyar su proyecto.

No pareció tener mucho éxito.

"Ha sido un discurso a la carta intentando pedir el apoyo de unos y otros", dijo el numero dos de Podemos Iñigo Errejon.

Podemos anunció hace ya varios dias su voto negativo, al igual que por la derecha ha hecho el PP.

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Todos parecen mirar al día después y el líder de la pequeña formación ecolo-comunista Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón, tras anunciar su voto en contra, se ofrece a volver a mediar entre el PSOE y Podemos. "Habrá 54 días para seguir hablando", dijo.

Aunque hasta el momento, los partidos han sido incapaces de un acuerdo, está por ver si esta actitud puede variar antes de nuevas elecciones. También habría que considerar la posición del rey Felipe VI.

Hasta ahora el monarca ha mantenido una escrupulosa neutralidad, pero "si ve que pasa el tiempo y que no hay viabilidad, igual lo que hace es convocar de nuevo a los grupos políticos e instarlos a que lleguen a un acuerdo", dijo a la AFP, el politólogo Fernando Vallespín.