Rusia consolida control en Crimea y desoye amenazas

Prorrusos tomaron dos bases de la Marina ucraniana sin hallar resistencia

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Simferopol AFP Fuerzas prorrusas ocuparon el miércoles dos bases de la Marina ucraniana en Crimea, consolidando el control de Rusia sobre la península pese a las amenazas de nuevas sanciones occidentales.

Kiev anunció, por su parte, que prepara la evacuación de sus soldados de Crimea.

Ucrania también afirmó que saldrá de la Comunidad de Estados Independientes (exrepúblicas soviéticas), e instaurará visas de ingreso para ciudadanos rusos, al tiempo que exigió a Crimea la rápida liberación del almirante Sergui Gaiduk, capturado en la sede de la Marina. Rusia hizo el mismo pedido a las autoridades.

“Estamos elaborando un plan que nos permita evacuar a los soldados y a sus familias de Crimea, para que se trasladen rápida y eficazmente a Ucrania continental”, declaró el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa, Andri Parubi.

Sin disparos. Horas antes, las fuerzas prorrusas habían ocupado una base naval ucraniana en Novoozerne, en el oeste de la península, tras haber tomado, también este miércoles, el cuartel general de la Marina en el puerto de Sebastopol, sin disparos.

El martes murieron un militar ucraniano y de un miliciano prorruso en un intento de asalto contra una unidad militar ucraniana en Simferopol, capital regional.

Tras este hecho, Kiev autorizó a sus soldados en Crimea a usar sus armas en defensa propia. El primer ministro, Arseni Yatseniuk, afirmó que el conflicto había pasado “de una fase política a una fase militar”.

En Moscú, el Tribunal Constitucional ruso validó por unanimidad el tratado sobre la incorporación de Crimea, firmado el martes por el presidente Vladimir Putin, pese a las amenazas de sanciones de los países occidentales por esa primera expansión de las fronteras rusas desde la Segunda Guerra Mundial.

La península, de unos dos millones de habitantes, en su mayoría de origen o habla rusos, había sido cedida por Rusia a Ucrania en 1954, cuando ambas repúblicas formaban parte de la URSS. Siguió bajo soberanía de Kiev tras la independencia de Ucrania en 1991, pero la flota rusa del Mar Negro conservó su base en Sebastopol.

En este contexto, Alemania suspendió un importante proyecto militar con Rusia, a la que planeaba entregar un campo de entrenamiento equipado, afirmó el ministro de Economía Sigmar Gabriel.

El secretario general de la ONU, Ban Ki- moon, viajó a Rusia para tratar de buscar una solución pacífica a la crisis, en tanto el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, de gira por los países bálticos y Polonia, advirtió de “más sanciones por parte de Washington y la Unión Europea”, después de las anunciadas el lunes.

El gobierno británico cree que habría que plantearse la expulsión de Rusia del G8, dijo el primer ministro David Cameron.

Amenaza. Por su parte, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, afirmó que esa alianza está preocupada con la posibilidad de que Rusia extienda su intervención mas allá de Crimea hacia el este de Ucrania.

“Nuestra principal preocupación es saber si (el presidente ruso) irá más allá de Crimea, si intervendrá en las regiones orientales” de Ucrania, dijo en Washington Rasmussen, quien aseguró que esta crisis es la amenaza “más grave” para la estabilidad de Europa desde la Guerra Fría.