Reedición del ideario de Adolfo Hitler divide a Alemania

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Berlín AFP ¿Conviene autorizar la reedición de Mein Kampf (Mi lucha) ? El tema suscita controversia en Alemania y coincide con la expiración de derechos de autor del panfleto antisemita el 1.° de enero del 2016, 70 años después de muerto Adolfo Hitler.

La publicación del manifiesto que enuncia las bases ideológicas del programa político nazi y teoriza sobre el deseo de erradicación de los judíos, seguirá prohibida por decisión de los ministros regionales de Justicia alemanes, para impedir, a nivel penal, cualquier “incitación al odio” y por respeto a las víctimas del nazismo.

Pero el final de la protección de los derechos de autor permite, por primera vez en el país, la publicación de una versión comentada por historiadores.

Esto es precisamente lo que proyecta hacer el Instituto de Historia Contemporánea de Múnich (IFZ) : una edición crítica de Mein Kampf ( Mi lucha ), que estaría disponible en las librerías alemanas en enero.

En Francia existe una iniciativa similar, tampoco exenta de polémica. “Los derechos pasan pronto a dominio público”, afirma Bárbara Zehnpfennig, experta en totalitarismo, de la Universidad de Passau, quien afirma que el debate abre “muchos miedos”.

La versión con anotaciones sobre la que los investigadores de IFZ trabajan desde el 2009, y que pondrá a disposición de los alemanes el texto original, “desglosa y contextualiza los escritos de Hitler: ¿cómo nacieron sus tesis? ¿Qué objetivos tenía? Y, sobre todo, ¿qué podemos oponer con nuestro conocimiento hoy, a las innumerables afirmaciones, mentiras y declaraciones de intenciones de Hitler?”, se justifica el Instituto.

Mein Kampf fue redactado en 1924 por Adolfo Hitler, encarcelado entonces después del fallido intento de golpe de Estado de Múnich. La compra, venta o posesión de las viejas ediciones del libro, del que se difundieron unos 12,4 millones de ejemplares en alemán hasta 1945, no están prohibidas en Alemania, pero el Führer legó jurídicamente todos sus bienes a Baviera.

En ese estado, tenía una residencia secundaria. El gobierno militar estadounidense entregó a esta región, al final de la Segunda Guerra Mundial, los derechos de autor del libro encomendándole la tarea de impedir la difusión de la ideología nazi.

Hoy en día, Baviera alberga dudas sobre la programada publicación de la versión comentada. Comenzó apoyando el proyecto, al que incluso otorgó una ayuda financiera de 500.000 euros en 2012, pero se desdijo en 2013 para no afectar a las víctimas.

“No puedo pedir la prohibición del NPD (partido alemán de extrema derecha) y al mismo tiempo usar el emblema del Estado para la difusión de Mein Kampf”, declaró entonces el ministro presidente de Baviera, Horst Seehofeer.

Para el periodista Sven Felix Kellerhoff, autor de un libro sobre la historia de “Mein Kampf”, el rechazo a autorizar la publicación no ha hecho más que “mitificarla”. “Es absolutamente necesario poner una versión comentada seria de Mein Kampf a disposición del público” con fines educativos, dijo.

“Es muy importante estudiar de forma exhaustiva a Hitler y su concepción del mundo”, abundó la politóloga Barbara Zehnpfennig, partidaria de que el libro pueda leerse en una versión no comentada.

“Somos adultos y llevamos 70 años en democracia, creo que podemos soportar leer un libro como éste”, considera la politóloga.

“Muy pocos simpatizantes de extrema derecha conocen realmente el libro”, zanja, y no por eso dejan de ser ultraderechistas.

“El libro es peligroso. Es una caja de Pandora”, afirma por su parte Charlotte Knobloch, presidenta de la comunidad judía de Múnich.

A su entender, una versión crítica supone un peligro propagandístico “porque contiene el texto original”.

“Hemos visto recientemente hasta qué punto el potencial de odio antijudío, de racismo y de xenofobia es importante en nuestra sociedad”, advierte.