Varias procedencias. Las sirenas resonaron ayer a través de todo el territorio israelí, en homenaje a los seis millones de judíos exterminados por los nazis, 50 años después de la liberación de los campos de la muerte al término de la Segunda Guerra Mundial.
Durante dos minutos, mientras sonaban las sirenas, todos los ciudadanos de Israel se inmovilizaron, los peatones y automovilistas permanecieron de pie en las calles, mientras se interrumpía el trabajo en fábricas, oficinas y granjas en el día de recuerdo de la shoah (holocausto).
"En nombre del pueblo judío y de los sobrevivientes de la shoah, agradezco a las naciones aliadas y a sus ejércitos por haber aportado la liberación, aunque haya sido tardíamente", declaró el primer ministro, Yitzhak Rabin, al recordar el término de la Segunda Guerra Mundial con la derrota de la Alemania nazi.
Las banderas israelíes fueron izadas a media asta y las antorchas del recuerdo, encendidas en numerosas ceremonias, mientras en Yad Vashem, el memorial del holocausto, se leían interminablemente los nombres de víctimas.
En Viena los tenores españoles José Carreras y Plácido Domingo, la mezzosoprano griega Agnes Baltsa y su colega Edita Gruberova cantaron ayer en el acto organizado por la Staatsoper de Viena para homenajear a las víctimas del nacional socialismo en el mundo de la cultura.
Durante la jornada anual del holocausto, el presidente de Alemania, Roman Herzog, desde la plaza principal del antiguo campo de concentración de Bergen-Belsen, pidió a los alemanes que nunca olviden la barbarie nazi, que finalizó hace 50 años.