Putin dice que Occidente se comporta como un 'imperio' con sus 'vasallos'

Presidente dice que crisis económica se superará en dos años

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Moscú.

El presidente ruso, Vladimir Putin, acusó el jueves a Occidente de comportarse como un "imperio" y de tratar al resto de países como a sus "vasallos".

"Nuestros socios (occidentales) no han parado. Decidieron que son ganadores, que ahora son un imperio y que el resto somos vasallos y que debemos ser arrinconados", dijo en su rueda de prensa anual Putin, en alusión a las tensiones surgidas con Occidente por el conflicto en Ucrania.

Respecto a la guerra, Putin denunció una "operación de castigo" lanzada, según él, por Kiev contra los separatistas prorrusos del este.

"Después del golpe de Estado en Kiev a través de la fuerza armada", las nuevas autoridades ucranianas no quisieron dialogar con el este prorruso y "enviaron a la policía, al ejército cuando esto no fue suficiente y ahora instauraron un bloqueo económico", añadió el presidente.

El este de Ucrania es escenario de un conflicto entre las fuerzas de Kiev -apoyadas por los occidentales - y los separatistas prorrusos que dejó más de 4.600 muertos desde su estallido en abril.

El presidente afirmó que la economía de Rusia, en su peor crisis monetaria desde 1998, volverá a crecer en dos años a más tardar.

"En el caso más desfavorable para la coyuntura internacional, la situación puede durar dos años pero es posible que mejore antes" y de todos modos se solucionará de forma "inevitable", dado que la economía mundial sigue creciendo, explicó Putin en rueda de prensa anual.

"Vamos a utilizar las medidas empleadas con éxito en 2008", explicó.

Putin no quiso aventurarse sobre la evolución de la situación y considera posible tanto una subida del rublo como una nueva caída ante "los numerosos factores de incertidumbre".

El presidente, más popular que nunca, aseguró que se mantienen los programas sociales (subida de las pensiones y de los salarios de los funcionarios) pero que el gobierno podría verse obligado a reducir algunos gastos en función de cómo evolucione la situación.

Putin calificó de "adecuadas" las medidas tomadas por el banco central y por el gobierno frente a la crisis, recordando a este último que "no debe eludir sus responsabilidades".

Inicialmente el gobierno adoptó una actitud pasiva frente a la caída del rublo, escudándose en que dependía sobre todo de factores externos (sanciones occidentales y bajada de los precios del petróleo) y que la moneda acabaría subiendo.

Pero ante la marcha de los acontecimientos se unió a los esfuerzos del banco central para apagar el incendio, con medidas de apoyo a los bancos y negociaciones con los grandes grupos exportadores para evitar que la venta de divisas afectara demasiado a la moneda.

Después de las declaraciones de Putin , la moneda caía frente al dólar, que a las 09H45 GMT valía 63,10 rublos.

El rublo perdió aproximadamente el 40% de su valor desde el comienzo del año, como consecuencia de las sanciones vinculadas a la crisis ucraniana y la caída de los precios del petróleo, principal fuente de ingresos del Estado.